martes, 28 de febrero de 2023

Creatividad: Payasos sin fronteras / Sonrisavirus

 


Varios artistas voluntarios de Payasos Sin Fronteras realizan espectáculos en escuelas catalogadas de «especial dificultad» situadas en barrios vulnerables de grandes ciudades de España como Madrid, Barcelona, Cáceres, León, Oviedo y Zaragoza. Bautizado con el nombre de «Sonrisavirus».

 


Este proyecto tiene por objetivo principal ofrecer apoyo emocional y psicológico a través de la risa a la infancia que más se ha visto afectada por la crisis de la pandemia. Por ello, los artistas realizan espectáculos de payaso y circo en los patios de los centros escolares, que continúan este mes de diciembre y también están previstos para 2023.

Este proyecto empezó a finales de 2020 y tuvo su cénit en marzo y abril de 2021, con una gira financiada con fondos propios en 50 centros escolares en Cataluña y Madrid, donde se atendió a más de 7.000 niños de entre 3 y 11 años.

domingo, 26 de febrero de 2023

Flor Garduño. Vida y muerte / La construcción del instante.


 

Flor Garduño’s sensual black-and-white photographs reference Mexican folklore and recall ancient rituals, dreams, and poetic allegories. 

Garduño studied at the Academy of San Carlos (UNAM) under Hungarian photographer Kati Horna, whose surrealist style influenced the development of her own aesthetic. She abandoned her studies in 1979 to work as a darkroom assistant for Manuel Álvarez Bravo, then one of the foremost Mexican photographers. Commissioned by the Secretariat of Public Education to produce photographs for school textbooks, she traveled to remote regions of Mexico to document the lives and customs of Indigenous peoples; she would return to this subject matter in her later work. 

Garduño was awarded the 1992 Kodak Critics’ Photographic Prize for her photo book Testigos del tiempo (Witnesses of Time) (1992), which captures the traditional ways of life and spiritual practices of Indigenous groups throughout Latin America.

Flor Garduño. La construcción de un instante está conformada por 69 obras de una de las fotógrafas mexicanas más destacadas en la actualidad. Presenta obras que la artista ha desarrollado a lo largo de más de tres décadas, incluyendo paisaje y retrato.

La muestra abarca más de treinta años del trabajo de Flor Garduño, una de las principales exponentes de la fotografía contemporánea en México. Esta exposición reúne 69 fotografías, que reflejan la diversidad de los temas que ha trabajado desde la década de los ochenta hasta fechas recientes. La selección incluye escenas de animales y naturalezas muertas, imágenes del cuerpo y desnudos femeninos, escenas domésticas y rurales, retratos, paisajes y arquitectura. Cada una de las obras muestra la capacidad de Flor Garduño para construir composiciones, así como su maestría en el manejo de la luz natural y el cuidado de la impresión, tanto en cuarto oscuro como en procesos digitales.

sábado, 25 de febrero de 2023

Citario/Ella dijo que...Irene Díaz: Inteligencia artificial y medicamentos

 

Vale, pero imagine que se produce un fallo: se descifra erróneamente una proteína y se produce un medicamento que causa víctimas. ¿Quién es el culpable? –

Ese es un problema ético y legal muy candente. Lo mismo pasa con el vehículo autónomo. Todos los artilugios que se basan en inteligencia artificial tienen detrás una lógica en las decisiones que se toman. Pero imagine que un coche tiene implementado un sistema que en una situación de riesgo decide frenar, pero puede ser que si frena el conductor tenga una lesión muy grave. ¿Hay que valorar si frenar o atropellar a una persona? ¿Y es lo mismo si detecta a una persona delante del coche o a cinco? Son cuestiones éticas que deben estar resueltas antes de que se implementen tecnologías de forma masiva. ¿Quién tiene la culpa? Eso es muy difícil de determinar. Yo insisto mucho en que quienes producen inteligencia artificial tienen que saber muy bien lo que hacen esos procesos. Hay sistemas que deciden si a una persona se le va a administrar un tratamiento oncológico u otro, o ninguno. Determinar la responsabilidad ahí es muy complejo, y vamos a tal velocidad que todas las adaptaciones van un poco por delante de estos debates. 


Irene Díaz, catedrática de inteligencia artificial en Universidad de Oviedo y directora del departamento de Informática de la Universidad de Oviedo

viernes, 24 de febrero de 2023

Cinema Paradiso: Alabama Monroe / Felix Van Groeningen

 "Ya no me llamo Elise. He cambiado de nombre. Me llamo Alabama... Sí, me he cambiado el nombre. Los indios lo hacen cuando sienten que empieza una nueva fase en su vida". 

 

"La quimio no funciona. La médula ósea no responde. Vuelve a producir glóbulos blancos anormales. No es una buena noticia. Pero ya lo dijimos, no nos rendiremos. Pasaremos a la siguiente fase del tratamiento, un trasplante de células madre. Primero destruiremos su propia médula ósea con más quimioterapia y radioterapia. Luego la sustituiremos con células madre de un donante, un pariente cercano a Maybelle. Pero los padres no sirven como donantes".

Estas frases proceden de una de las películas que más me ha impresionado en los últimos años. Por su trama, sus personajes, su fotografía, su música... Una película que es la epopeya de un triángulo familiar y un círculo de amor que se rompe. Y todo ello bajo los acordes de banjos, guitarras, mandolinas, contrabajos y violines para llenar de buena música de bluegrass una película especial. Solo cuerdas... y voz, totalmente acústico. Solo emoción que nos tatúa el corazón, sentimiento a flor de piel. Algo así siento que es esta imprescindible película belga, "ALABAMA MONROE" (Felix Van Groeningen, 2012) y cuyo subtítulo nos marca el camino a seguir: "The Broken Circle Breakdown".

Todo comienza con una canción country y esta letra: 

"¿Volverá a cerrarse el círculo tarde o temprano, Señor, tarde o temprano? ¿Nos espera un hogar mejor en el cielo, Señor, en el cielo? En el cielo, Señor, en el cielo". 

Y tras finalizar la canción, unos padres se enfrentan al diagnóstico no esperado (nunca es esperado) de un cáncer de su única hija. Y luego la historia retrocede 7 años... Y a partir de ahí continuas idas hacia el pasado y regresos al presente, desde el encuentro y noviazgo de los padres hasta su vivencia actual como padres.

Un triángulo familiar formado por sus tres miembros. Didier, el padre, un músico dedicado al country, un vaquero belga amante de los Estados Unidos, es ateo y un ingenuo romántico y soñador. Elise, la madre, regenta una tienda de tatuajes y todo lo importante de su vida, incluida sus parejas, tienen cabida en los tatuajes de su piel, es sensual y tiene los pies en la tierra. Maybelle, la hija, una preciosa niña que llega para dar más luz a una vida familiar en el campo, pero que a los 6 años se le diagnostica leucemia. Porque todo era perfecto entre Elise y Didier, compartían el amor y el trabajo, ambos miembros de la banda de bluegrass, pero todo cambia con el diagnóstico de la enfermedad neoplásica en la pequeña. Y la vida se convierte en canción, así como esta historia se mezcla con las diferentes canciones country llenas de sentido y sensibilidad. Y en zigzag recomponemos la tragedia, con una historia que es un verdadero rompecabezas, con "flasbacks" y "flashforwards".

Una película que es simplemente magistral. Y que a esos tres personajes se suma el personaje invisible e imprescindible: la música. Porque el nombre de Monroe no es gratuito, sino un guiño inequívoco a Bill Monroe, considerado el padre del bluegrass, esa música que forma parte íntegra de la historia y es la unión intrínseca entre todos los temas a los que nos enfrenta la película: el amor, el nacimiento, la vida, la enfermedad, la muerte, la maternidad, la paternidad, la búsqueda del consuelo y del perdón.

Porque el amor puede con el destino, pero a veces no. Porque el camino para superar el dolor e intentar recomenzar cual ave Fénix no siempre se consigue. De ello nos habla y nos canta "Alabama Monroe", un regalo para amantes del cine y de la música, una película que se nos queda tatuada también en la piel. 

Una película imprescindible si te gusta el arte y la historias de vida a flor de piel. No aconsejable si solo buscas entretenimiento. Pura fusión de cine y música, película prototipo de armonía de los sonoro y lo visual.  

 Tomé prestado de Cine y Pediatría/Javier González de Dios


 



jueves, 23 de febrero de 2023

Morir de amor...en el mes del amor


 

Todos hemos vivido la experiencia de enamorarnos, pero pocos se plantean qué hay detrás de tan complicado proceso. Al margen de toda la magia que lo engloba, este no se produciría si la química de nuestro organismo no activaría dicho proceso. Pero no solo son estos aspectos los que debemos valorar, ya que son igual de importantes los aspectos relacionados con el mapa social de la persona. En este artículo intentaremos sintetizar este proceso tan complejo.


1. Deseo

Los dos compuestos químicos que surgen en esta etapa son las hormonas sexuales (testosterona y estrógeno) y las feromonas

En el mundo animal, las Feromonas son “huellas aromáticas” individuales que se encuentran en la orina o en el sudor, que dictan comportamientos sexuales y atracción por el sexo opuesto. 

La existencia de feromonas humanas se descubrió en 1986.

2. Enamorándose


El bombardeo de neurotransmisores (dopamina, norepinefrina y serotonina) desde el cerebro hace que se produzcan numerosas modificaciones en el organismo.

La dopamina produce euforia, pérdida de apetito, insomnio, hiperactividad, motivación (se intensifican las emociones, te sientes enganchado a la persona, centras la atención en esa persona). Comúnmente se asocia con el sistema de placer del cerebro, dando lugar a sentimientos de placer y refuerzo que nos motivan a hacer ciertas actividades. Se libera a través de experiencias naturales placenteras, tales como el sexo o la comida.

La norepinefrina inyecta una gran cantidad de energía, así como capacidad para recordar nuevos estímulos (la persona cobra un significado especial, se siente empatía, se buscan pistas de los sentimientos de la otra persona), induce euforia en el cerebro, excitando al cuerpo dándole una dosis refuerzo de adrenalina natural.

Esto causa que el corazón lata más fuerte y la presión sanguínea aumente. Por ello parece que se nos sale el corazón o nos sudan las manos cuando vemos a alguien por quién nos sentimos atraídos.

La serotonina controla impulsos, pasiones indomables y comportamiento obsesivo, ayudando a generar una sensación de “tener en control”. Sin embargo, esta disminuye al aumentar la norepinefrina y dopamina, lo que produce conductas obsesivas “no me lo puedo quitar de la cabeza”.



Otra sustancia que adquiere relativa importancia es la feniletilamina, de efecto estimulante, estudiada por Donald F. Klein y Michael Lebowitz (1983), en el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, quienes determinaron grandes cantidades de esta sustancia en personas enamoradas, siendo la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentan los enamorados ya que es una anfetamina natural como la conocida droga, y puede causar los mismos efectos estimuladores. Contribuye a esa sensación de “estar en el cielo” que aparece cuando hay atracción.
 

Debemos tener en cuenta también el sistema endocrino, que mediante las hormonas es capaz de producir modificaciones en determinados órganos, las glándulas suprarrenales, por ejemplo, aumentan la producción de adrenalina y noradrenalina

Las modificaciones mensurables que podemos observar en personas enamoradas son: 

  • aumento de la frecuencia cardíaca (130lpm), 
  • aumento de la presión arterial sistólica, aumento de la capacidad muscular (se liberan grasas y azúcares), 
  • aumento de la producción de glóbulos rojos para mejorar el transporte de O2.

3. Apego


En esta etapa toman parte hormonas que dirigen esa sensación de “mantenerse juntos“. Son la oxitocina, que puede influenciar en nuestra habilidad para unirnos a otros, dado que ambos géneros liberan esta hormona cuando se tocan y se abrazan, teniendo lugar un aumento máximo del nivel de oxitocina durante el orgasmo. Y la vasopresina, también llamada “la sustancia química de la monogamia”. Ciertos investigadores han observado que la supresión de vasopresina puede provocar que los machos abandonen su nido de amor y busquen nuevas compañeras. Niveles altos de oxitocina y vasopresina pueden interferir con los caminos de la dopamina y la norepinefrina, lo cual puede explicar por qué con el tiempo la sensación de apego crece mientras que la locura apasionada del amor decae.

Vivir un estado de enamoramiento más de seis meses puede ser patológico. En diferentes estudios se ha contrastado que este estado está muy cercano de desordenes mentales, como la depresión, el desorden bipolar o el obsesivo compulsivo. Ya desde décadas anteriores personajes importantes como Platón y San Agustín afirmaban que el enamoramiento era una locura temporaria.

Para demostrar todo esto, vieron que se dan variaciones fisiológicas en neurotransmisores cerebrales, como la disminución de la serotonina y la elevación de la dopamina, los cuales están presentes en un trastorno obsesivo compulsivo y en un estado psicótico franco. Los niveles de dopamina y norepinefrina disminuyen, y con el tiempo van aumentando los de oxitocina y vasopresina (segregados en hipotálamo y gónadas) las cuales facilitan a la pareja la creación de una unión duradera, cobra también gran importancia en esta etapa los intereses comunes, la convivencia o empatía.

Enamorarnos lleva a una situación emocional que distorsiona la realidad ya que el objeto del amor es una obsesión, que altera su imagen real lo que lleva a grandes locuras. Lo mencionado se puede resumir en una pregunta 

¿qué porcentaje del día y la noche piensas en esa persona? 

“Todo el día, toda la noche, no dejo de pensar en él o ella”

¿Morirías por él o ella? “Sí”.


Ciertos psiquiatras han realizado estudios sobre ello, como Hagop Akiskal (2006) que piensa que los grandes románticos son personas que sufren de ciclotimia, por lo que se enamoran indiscriminadamente durante sus tiempos felices. 

Conclusión

La confluencia del proceso químico y el mapa social predeterminado por cada persona hace que no sea vivido de igual manera por todos estando íntimamente relacionado con el significado que le damos a los estímulos. Es decir, que las personas más apasionadas, vivirán estas trasformaciones más intensamente que los que no lo son, ya que son más sensibles a dichos estímulos. Sin embargo, en todos los casos, los aspectos afectivos se imponen a los racionales y organizan la personalidad con un único fin, obtener el objeto de su pasión: el ser amado.

Dicho esto, para poder amar sin sufrimientos, debemos comprender el amor, lo que significa, como se produce y como se experimenta y tener en cuenta que nuestras emociones deben estar unidas a la razón, de este modo, nunca moriremos de amor

Tomado de:


MORIR DE AMOR
  / Botica 

Sonia Valiente Barreales, Leire Varona Marcos, Ibone Orozco Pérez, Dr. Iñaki Markez

miércoles, 22 de febrero de 2023

De_ROCHE a BAYER..."es bueno" (I)

 


Bayer AG has announced the appointment of Bill Anderson as its new chief executive officer, signalling the exit of current CEO Werner Baumann, who has served the company for 35 years.

Anderson, a chemical engineer by education, brings a strong pharma background to his new role, having held various leadership positions in the life sciences industry over the past 25 years.


Most recently, he served as CEO of Roche’s pharmaceuticals division, where he led a comprehensive transformation programme resulting in a number of new product launches, significant revenue growth and greater productivity across the organisation.

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Novartis de_Roche de acciones...

Prior to his role at Roche, Anderson was chief executive officer of Genentech, and has held several senior leadership positions in general management, product development and finance at Biogen and Raychem, an American technology and electronics company.

During his time in these roles, Anderson was involved in the development and launch of 25 new medicines, including 15 blockbusters.

Anderson’s appointment was unanimously backed by the company’s board after a selection process that began in mid-2022, with chairman Professor Dr Norbert Winkeljohann describing Anderson as the “the ideal candidate to lead Bayer together with the team into a new, successful chapter at a time of a disruptive innovation cycle in biology, chemistry and artificial intelligence”.

Bill has an outstanding track record of building strong product pipelines and turning biotech breakthroughs into products. Beyond that, he is a truly transformational leader who creates a culture that propels innovation, boosts productivity and performance, and allows people to thrive,” Winkeljohann added.

Commenting on his new role, Anderson said: “[Bayer’s] leading R&D investments in agriculture, medicines and consumer health hold the promise for additional breakthroughs. I look forward to working with the people of Bayer to accelerate innovation, increase performance, advance sustainability and unleash the full potential of the company.

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domingo, 19 de febrero de 2023

De Optalidones...

"Si no algún mareo, la elección del candidato autonómico del PP le está causando ya al presidente nacional del partido una molesta cefalea que no se arregla con una ración de xoubas: más bien con una empanada de Optalidones." 

Gobernar a la gallega LNE , 4.11.2022 

"Estaba ligeramente borracho todavía, aunque aquella mañana se había desayunado con un bocadillo de Optalidones para estar a la altura de sí mismo..."

El intelectual de moda El País 5.6.1982

sábado, 18 de febrero de 2023

Pfizer full product portfolio to 45 lower income countries


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • _Pfizer said it expanded its commitment to 'An Accord for a Healthier World' to offer the full portfolio of medicines and vaccines for which it has global rights on a not-for-profit basis for 45 lower-income countries.
  •  _Launched in May 2022, the Accord, an initiative focused on reducing health inequities between countries, initially included a commitment from Pfizer for patented drugs and vaccines available in the U.S. or EU on a not-for-profit basis to 45 lower-income countries. 
  • _Pfizer will now expand its total offering from 23 products to ~500 products. The medicines include chemotherapies and oral cancer treatments, according to the company. 
  • _The commitment builds on already delivered drugs and medical training and supply chain support to Rwanda and advanced discussions with 16 other Accord country governments for supply and health system support, the company added. 
  • _Rwanda has already received delivery of nine Pfizer drugs and vaccines for certain cancers, infectious and inflammatory diseases, according to the company. Ver


 

viernes, 17 de febrero de 2023

Cinema Paradiso: Todos quieren salvarse / Francesco Bruni


Daniele se despierta en un psiquiátrico donde ha sido internado involuntariamente. Con la ayuda del resto de pacientes, tiene que volver a aprender a vivir... y a amar. 

Si te condenan a siete días de tratamiento sanitario obligatorio, ¿significa que estás loco? Esa es la pregunta que le ronda a Daniele, un veinteañero muy sensible que, después de un brote psicótico, se despierta en un centro psiquiátrico. 

Allí, al cuidado de unos enfermeros que se muestran cínicos e indiferentes, comparte habitación con cinco personas que no parecen tener nada en común con él y sufre la presión de los médicos que quieren escarbar en su mente. Pero siete días es mucho tiempo, y lo que en principio parecía una condena se va convirtiendo poco a poco en una de las experiencias más intensas y formativas de la vida de Daniele. 

Esta tragicomedia sobre inquietudes existenciales en clave contemporánea, que bebe de las mejores comedias agridulces italianas, se convierte en un grito de ayuda de las nuevas generaciones, desgarrador pero lleno de esperanza.


 


jueves, 16 de febrero de 2023

Pfizer y J&J Protagonistas de retiradas de mercado en 2022


 

Grandes empresas farmacéuticas se han visto salpicadas este 2022 por retiradas y alertas de algunos de sus productos. Ya sea por contener sustancias tóxicas, provocar daños en los pacientes o simplemente por tener fallos en el proceso de producción. En ciertos casos la solución ha llegado por parte de la compañía que tras observar los desperfectos deciden retirarlos del mercado, pero otros vienen directamente de las altas esferas como la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Entre los más destacados del año se encuentra la empresa estadounidense Johnson & Johnson. A inicios de 2022 varios accionistas comenzaron a presionar para suspender las ventas en todo el mundo de su polvo de talco para bebés, ya que varias fuentes habían reportado preocupaciones sobre supuestos vínculos con el cáncer y las demandas ascendían a las 40.000.

Ver también:

J&J: Esos polvos trajeron estos...contenciosos. (cont.) 

A pesar de haber defendido durante años que no tenían relación con los casos de cáncer, la compañía anunció que para inicios de 2023 se suspendía la venta de sus polvos de talco

A pesar de que los hechos muestran que Johnson & Johnson ocultó durante décadas que los productos de talco contenían asbesto en todas las muestras de talco, la compañía ha intentado evadir su responsabilidad y en su momento, hasta se plantearon transferir las demandas de su producto en un negocio de nueva creación, bajo el nombre de LTL Management LLC.

"Nuestra posición sobre la seguridad de nuestro talco cosmético sigue sin cambiar. Defendemos firmemente las décadas de análisis científicos de expertos médicos de todo el mundo que confirman que el polvo de talco para bebé es seguro, no contiene asbestos y no provoca cáncer", declararon desde la compañía.

Meses después, en agosto, a pesar de haber defendido durante años que no tenían relación con los casos de cáncer, la compañía anunció que para inicios de 2023 se suspendía la venta de sus polvos de talco en todo el mundo, dos años después de hacerlo en Estados Unidos y Canadá. En el comunicado explicaron también su decisión de sustituir esta sustancia por almidón de maíz.

 


El otro gran caso de las empresas que han tenido que retirar ciertos productos durante 2022 es Pfizer

En esta ocasión se trata de varios fármacos utilizados para la presión arterial de acción prolongada, entre los que se encuentran, Inderal y Accuretic. En un principio solo se retiraron de Canadá por la presencia de una impureza potencial cancerígena llamada N-nitroso-quinapril, los expertos señalaron que la exposición a largo plazo de esta a un nivel por encima de lo que se considera aceptable podría aumentar el riesgo de cáncer.

La farmacéutica aclaró que no existía un riesgo inmediato para los pacientes que estuvieran tomando Accuretic, pero en un futuro sí 

Esto no se quedó ahí, semanas después comunicaron la retirada del mercado en Reino Unido que afectó a los lotes de medicamentos que se distribuyeron por primera vez en abril de 2020 y que expiraron el 30 de octubre. Además, pidieron a las farmacias y a los mayoristas que devolvieran cualquier stock disponible de estos lotes.

La farmacéutica aclaró que no existía un riesgo inmediato para los pacientes que estuvieran tomando Accuretic y aconsejaron que continuaran con el tratamiento porque el peligro que representa la interrupción repentina de la medicación para la presión arterial supera al riesgo que implica la impureza presente.Más

miércoles, 15 de febrero de 2023

Medicinas alternativas en decadencia...


 

Las investigadoras Lorena Cano Orón (Universitat de València) y Emilia H. Lopera Pareja (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) destacan que los medios de comunicación han cambiado de una actitud principalmente favorable con la medicina alternativa, una serie de prácticas desviadas de la medicina integrada en el sistema occidental sanitario, a otra más escéptica. La nueva visión publica más artículos con una perspectiva crítica, según un estudio que analiza la evolución de la opinión mediática en España sobre estas prácticas, desde 1979 a 2018. Destaca cómo este escepticismo se ha incrementado notablemente en los tres últimos años del estudio.

La investigación analiza el posicionamiento sobre la medicina alternativa en siete periódicos españoles (El Confidencial, Eldiario.es, El País, El Mundo, La Vanguardia, ABC y 20 Minutos) durante un periodo de 40 años (1979-2018). Los artículos estudiados han demostrado el cambio repentino de actitud ante las medicinas alternativas y, como afirman las autoras, la propia industria asocia este cambio de opinión pública con una pérdida de beneficios en la venta de productos homeopáticos en España. En la actualidad, estas terapias son señaladas mayoritariamente como estafa por los medios y como una amenaza para la salud de los pacientes, pues estas no han demostrado evidencia científica y los profesionales advierten que pueden incluso tener efectos secundarios y retrasar la llegada a un tratamiento de la medicina convencional.


Nosotras habíamos detectado ese cambio de tratamiento en estudios anteriores y por eso quisimos analizar los 40 años de democracia que llevábamos en ese momento para poder detectar posibles cambios de opinión a lo largo del tiempo sobre el tema. Esperábamos haber encontrado tendencias distintas según diversos periodos, pero sorprendentemente la perspectiva escéptica es un fenómeno relativamente reciente y se ha asentado con bastante rapidez, como demuestra el estudio”, ha destacado Lorena Cano Orón, investigadora del Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicación de la Universitat de València.

En los últimos dos años del estudio se aprecia el aumento del interés mediático sobre el tema, de hecho, el 40% de los artículos publicados desde 1979 se concentran en este periodo. El cambio no solo es en cantidad sino también en el posicionamiento del discurso, que se evidencia cuando se comprueba que términos como “natural” y “alternativo” van perdiendo presencia y son sustituidos por términos críticos, como “pseudociencia” y “pseudomedicina”.


La investigación divide los artículos analizados en tres periodos según su posicionamiento, 1979-2009, 2010-2015 y 2016-2018. En cuanto a la diferencia de los discursos valorativos entre el primer y último periodo, se aprecia una reducción en la visión positiva de la medicina alternativa, que pasa de un 52,5% a un 12,5%.  

La neutralidad también sufre una caída, pero menos rotunda, de un 45,2% a un 28,6%. Por el contrario, la visión negativa muestra un ascenso muy marcado, de un 16,5% a un 67,8%.

En el periodo de 1979 a 2015 hay mucha menor presencia de artículos sobre la medicina alternativa, lo que no fomentaba el cuestionamiento de estas prácticas ni una mirada crítica por parte de la población. En cambio, este actual escepticismo ha favorecido el debate y la sensibilización política, y ha puesto en cuestión cual debería ser la posición que deberían ocupar estos remedios. 

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martes, 14 de febrero de 2023

Creatividad :Covid en 4 imágenes / Adrián Tamineb New Yorker


Una tarjeta postal elaborada por Adrian Tomine para The New Yorker, publicada en abril de 2020, a pocas semanas de haber iniciado las medidas de confinamiento en prácticamente todo el mundo.
 
¿Será posible decir que todos, la mayoría o al menos muchos de nosotros podemos coincidir en al menos una impresión compartida en nuestra experiencia de este momento?
 Y por este momento quiero decir: hoy, ahora, este día del calendario.

Pero no aislado, sino en relación con lo vivido en meses, incluso años anteriores. El momento presente sí, pero situado en perspectiva. Con respecto a ciertas coordenadas, siendo estas quizá únicamente como una línea horizontal, una línea de tiempo que se extiende detrás de nosotros y que hoy, si nos detenemos por un instante a apreciarla, aunque todavía cercana, nos parece ya difusa, vaga, una línea cuyo confín comienza a perderse para nuestra visión, como si estuviera recubierta de una niebla, como si nuestra capacidad óptica fuera ya insuficiente para distinguirla. Como cuando se ve algo muy lejano frente a lo cual nuestros ojos fallan para observarlo con claridad. Así se ven los últimos tres años, me parece. O así comienzan a verse. Mejor dicho: tengo la sensación de que últimamente así estamos comenzando a verlos todos. Con vaguedad. Con esa sensación un poco extraña, ajena, difícil de aprehender, que caracteriza el momento del despertar en el cual flotan sobre el pensamiento las imágenes todavía nítidas del sueño apenas soñado pero que, al instante siguiente, cuando la toma de conciencia nos lleva a intentar fijarlo o decirlo o recordarlo, se esfuma, dejándonos atónitos y con la incógnita de cómo puede ser que algo tan presente hasta hace un segundo pueda desaparecer tan absoluta y repentinamente. 

Me atrevo a suponer que una sensación así –así de precisa, así de vaga– se comparte en estos momentos con respecto a los años de pandemia, los años que van de 2020 al momento actual. Esa pandemia que en su inicio se vivió con una profunda intensidad de emociones, la mayoría de ellas suscitadas por el miedo, la incertidumbre y la incógnita con que la mayoría de los seres humanos solemos encarar nuestra propia angustia. No saber qué hacer frente a un acontecimiento imprevisto y que, además, nos impuso de inicio tantas restricciones, a la mayoría nos llevó a comportamientos desaforados, que quizá hoy vemos con extrañamiento. 


Portada de Adrian Tomine para el número de diciembre de 2020 de The New Yorker. En la imagen destaca el contraste entre el caos de la vida "real" –representado en las botellas de vino acumuladas en la cocina, la basura en el piso, los medicamentos ¿psiquiátricos? sobre el escritorio– y la actitud aparentemente despreocupada frente a la pantalla de la videollamada. La ilustración lleva por título "Love Life", "Ama la vida" o "Amor a la vida".

En los meses siguientes la situación transitó hacia una ambigüedad también difícil de aprehender. La vida osciló entre la realidad y la negación de esa realidad. Entre la restricción y la desobediencia. Entre el "quédate en casa" y el "vamos a vernos pero con medidas". Quién sabe si pueda decirse incluso que los polos eran el miedo y la necesidad de vivir. En todo caso, la vida siguió su curso, y por vida habría que entender la vida humana. Lo humano. Nuestros hábitos y prácticas, tan difíciles si no de cambiar, al menos de volver conscientes. Al ser humano alguien lo definió alguna vez como un animal de costumbres, a lo cual se podría agregar: costumbres de las que casi nunca y muy pocos se dan cuenta. Costumbres que repetimos a veces a pesar de todo. Incluso a pesar de una pandemia.

 

Portada de Adrian Tomine para el número de junio de 2021 de The New Yorker. La ilustración lleva por título "Easing Back", expresión que puede traducirse como "Volver a la normalidad" o "Retroceder en el tiempo".

Hasta que un día la pandemia pareció desaparecer de pronto. Y más que esta, el ambiente general que había propiciado. Las sensaciones de miedo, de opresión, de incertidumbre. Y de alguna manera esto también fue como despertar de un sueño. No. Mejor dicho, fue como haber salido de un largo periodo de malestar. Como cuando se pasa por uno de esos momentos amplios de la vida de tristeza profunda y de pronto un día uno despierta liberado de muchos pesos. El peso del dolor, del duelo, de la pérdida. Un día inesperado el mundo vuelve a ser lo que era, o casi. Volvemos a ver al mundo como lo que nunca dejó de ser pero que para nosotros era distinto. O eso recordamos. Eso creíamos sentir. Pero eso era antes. Ahora esa sensación se ha disipado y, de hecho, ya nos parece ajena. Tanto que no podemos creer cómo fue que veíamos la realidad de ese modo, si esta es tan normal, tan común, tan lo que fue siempre. Despertamos un día y ese malestar antes tan intenso ahora simplemente no está, no se siente. Algo así, muy parecido, ocurrió con la pandemia. ¿O alguien podría señalar el día preciso en el calendario en que esta dejó de sentirse como tal?
 

 

 

 

 

 

 

 

Portada de Adrian Tomine para el número de noviembre de 2022 de The New Yorker. La ilustración lleva por título "Fall Sweep", "Limpieza de otoño". Destacan los cubrebocas o mascarillas sanitarias arrojados como desechos a la calle, símbolo claro de la distensión que acompaña a la sensación de fin de pandemia.

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domingo, 12 de febrero de 2023

Palabras: Inteligencia artificial Palabra 2022 FundeuRAE

 


Le hacemos esta pregunta al robot conversacional de moda. Pero ChatGPT no sabe que un pedacito del reconocimiento que otorga anualmente la FundéuRAE es para él. Y para Siri y Alexa, que tampoco han sabido predecirlo. Este 2022, la expresión inteligencia artificial se alza con el título de palabra del año.

En 2020 y en 2021, hubo un tema que eclipsó todos los demás. Las candidatas a palabra del año y las ganadoras se enfocaron en el asunto que tenía paralizado al mundo: la pandemia. Confinamiento (2020) y vacuna (2021) representan un periodo en el que el coronavirus centraba la atención de todos. La incertidumbre y las dudas sobre el futuro convivieron con nosotros, y aún siguen acechándonos tras alguna esquina. Por suerte y por desgracia, en 2022 llegaron otros temas: hablamos de guerra, de emergencia climática, de inflación, de tecnología. El futuro ha vuelto a abrirse ante nosotros. Y pocas cosas representan tanto el futuro (y el presente) como estas dos palabras que se refieren a un único concepto: inteligencia artificial.


Esta expresión nace a mediados de los años 50, acuñada por el célebre informático estadounidense John McCarthy. El diccionario académico la recoge por primera vez en el año 1992 y la define como ‘la [inteligencia] atribuida a las máquinas capaces de hacer operaciones propias de los seres inteligentes’. 

Esta definición se modificó posteriormente en el año 2001 y, en el 2014, se registró la que se mantiene en la versión actual: ‘disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico’.

Al igual que su significado se ha ido adaptando en el diccionario con el paso del tiempo, también lo ha hecho su presencia en nuestro entorno. Comenzó siendo una tecnología reservada al campo de la informática; para la gente de a pie, casi un simple recurso de las películas de ciencia ficción en las que robots malignos trataban de dominar a los humanos. Hoy, la cantidad de ámbitos que la emplean ha crecido exponencialmente, ya sea para facilitar el análisis de datos o para la automatización de procesos: la ciberseguridad, las finanzas, el entretenimiento, el marketing…


Como cada año, la elección de la palabra del año de la FundéuRAE se basa en dos pilares. El primero de ellos es la presencia de ese término en los medios de comunicación. La inteligencia artificial no es un concepto nuevo, pero sí se han acelerado las noticias relacionadas con ella. Desde los progresos por perfeccionar los vehículos autónomos hasta la creación de plataformas que elaboran una ilustración nueva a partir de otras ya existentes o de novelas escritas enteramente por máquinas. La última gran novedad ha llegado hace solo unas pocas semanas, con el nacimiento de ChatGPT, que ha desatado una ola de curiosidad entre los usuarios.

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FundeuRAE en PHARMACOSERÍAS

Sin embargo, no solo las noticias sobre sus avances han sido las protagonistas estos meses. De forma paralela, ha cobrado fuerza un debate recurrente: ¿hasta qué punto la inteligencia artificial pone en riesgo el trabajo humano? Las dudas sobre si ciertos empleos corren peligro ha sido uno de los temas más discutidos. Los profesionales de esta tecnología insisten en que es útil para la automatización de procesos y para ayudarnos en ciertas tareas, pero que el componente creativo es algo exclusivo de los humanos. El futuro aún no está escrito y el debate sigue abierto, aunque es imposible de resolver en el presente.

El segundo pilar que lleva a la elección de la palabra del año es su interés lingüístico. La construcción inteligencia artificial ha generado dudas entre los hablantes y en los medios de comunicación, y es habitual encontrarla escrita con mayúsculas iniciales. En la FundéuRAE le dedicamos una recomendación, en la que explicamos que se trata de una denominación común y, por tanto, lo adecuado es escribirla con minúsculas. En cambio, la sigla IA sí se escribe con mayúscula, y resulta preferible a la inglesa AI (de artificial intelligence).

Igualmente, no hay que olvidar la fuerte conexión entre inteligencia artificial y lenguaje. Hablamos con Siri y con Alexa, les pedimos que enciendan las luces o que nos traduzcan una palabra. Pedimos ayuda a los robots conversacionales para que nos orienten durante el proceso de compra o charlamos con ellos por pura diversión. Enseñamos español a las máquinas para poder comunicarnos con ellas, y eso supone un reto al que se enfrenta hoy el campo de la lingüística. Por poner solo un ejemplo, la Real Academia Española cuenta con el proyecto LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial), cuyo objetivo es enseñar a usar un español correcto en los medios tecnológicos, con el fin de mantener la unidad en una lengua que cuenta con múltiples variantes y más de 500 millones de hablantes.

En la FundéuRAE no sabemos qué futuro nos espera ni qué papel desempeñará en él la inteligencia artificial. Puede que, dentro de unos años, ni siquiera la labor informativa de los medios de comunicación sea algo exclusivo de los periodistas humanos; quizá tampoco lo sea la resolución de dudas ni la escritura de recomendaciones lingüísticas. Hasta entonces, seguiremos disfrutando de la investigación, el análisis y la observación de la lengua e intentando ser útiles a los medios. Puede que sigamos haciéndolo aunque la tecnología sea capaz de lograrlo sin nosotros, simplemente por el placer que supone trabajar con una de las herramientas más bonitas del mundo: el lenguaje.

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sábado, 11 de febrero de 2023

CRISP el Nobel "debido," a Francis Mojica

La primera vez que se apreciaron unas repeticiones periódicas que rodeaban a un gen fue en Japón. Estaban examinando el genoma de E. Coli, esa bacteria que está en nuestro intestino y la usamos para conocer la calidad microbiológica del agua. Vieron lo que muchos no habían notado. Lo comunicaron como una curiosidad en 1987. 


Poco después, un investigador valenciano, Francis Mojica, iba a verlo, como de nuevo, en una arquea marina, seres procariotas, es decir, que aún no tiene núcleo. Y más adelante les dio el nombre por el que todos las conocemos: secuencias repetidas cortas y regularmente espaciados, como él dice en español. Era 2002 cuando el acrónimo CRISPR que él inventa (Clustered Regular Interspaced Short Palindromic Repeats) aparece por primera vez en una publicación. Fue él, con su equipo en Alicante, el primero que descubrió para qué sirven. Decía que mediante el CRISPR las arqueas adquirían fragmentos de plásmidos o bacteroides, moléculas que son cuasi seres vivos, hechos de ADN o ARN. Aparecen en la evolución como un sistema de freno al crecimiento descontrolado de procariotas: las invaden y las matan. Pero no pueden infectar a las cepas de procariotas en las que antes habían insertado en su ADN un fragmento de ellas mismas. Es el CRISPR que se comporta como un sistema inmunológico. El ADN receptor al integrar un gen del invasor producirá, como todos los genes, una proteína que por sus características identifica al invasor, lo corta y lo inutiliza. Inmunología adquirida y hereditaria. Durante muchos años el interés por CRISPR fue moderado, como demuestra la dificultad que tuvo el grupo de Mojica para publicar el hallazgo. Solo después de que lo rechazaran las mejores revistas lo publicaron en una de menos impacto en 2005. Se convirtió en el 2.º artículo más citado de la revista.


Para 2011 ya se habían descrito los genes de los espaciadores que llamaron CAS (CRISPR associated). Producen las tijeras, que cortan el virus. Pronto se supo que también cortan el ADN para insertar ahí el fragmento de virus, bacteroride o plásmido. Es una enzima llamada endonucleasa. Ese año fue cuando Emmanuelle Charpentier descubrió una molécula implicada en el proceso que llamó ARN tracer. Todo se acelera cuando inicia la colaboración con Jennifer Doudna, experta en ARN. Solo un año más tarde describen como el ARN guía la proteína producida por CAS, ahora llamada CAS9, al lugar justo donde corta las dos cadenas de ADN de un cromosoma. Y son capaces de reproducir el sistema CAS/CRISPR en un tubo de ensayo. Entre 2012 y 2015 sofisticaron el modelo. Entonces publican un artículo donde recogen lo que se sabe y cómo utilizarlo. Ese año reciben el premio «Príncipe de Asturias».

Pero lo más importante de la contribución de esta formidable pareja no fue la descripción y simplificación del proceso, sino imaginar su empleo para otro fin. Pensaron que ese ARN trazador que ocurre en la naturaleza dentro un mecanismo de defensa, y que está asociado a unas tijeras genéticas, se puede utilizar para identificar y cortar el ADN dónde y cómo queramos. Basta crear la cadena de ácidos nucleicos con la composición deseada, una tecnología bien desarrollada, y asociarlo a una enzima producida por el gen CAS que cortará la secuencia de ADN en el lugar designado. Ahora, en ese filamento se puede introducir otro gen o, simplemente, suprimir el que no es deseable. Una tecnología fantástica y poderosa. Quizá uno de los avances más importantes del siglo XXI. Produce ilusión y vértigo.

En 2020 Doudna y Charpentier recibieron un merecido premio Nobel. Hay voces que denuncian que no se haya reconocido la importante contribución de Mojica. Así es la ciencia, una pirámide que se construye con muchos ladrillos. Encuentro una cierta analogía con el olvido de Rosalind Franklin. Su contribución a desentrañar la estructura del ADN no se reconoció ni en la primera comunicación de Watson y Crick ni en el premio Nobel pues ya estaba muerta. Un alumno suyo había hecho una radiografía que permitía ver la estructura y Franklin habían dado una conferencia donde especulaba sobre la necesidad de que hubiera azúcares para conformar las cadenas. Son las ribosas y desoxirribosas de los ácido ribosa y desoxirribosa nucleicos. Sin sus aportaciones no hubieran podido imaginar esa estructura ni construir el famoso modelo. Pero fueron ellos los que encajaron las piezas. Lo mismo que Doudna y Charpentier. Porque vieron las cosas, lo conocido, desde otra mirada. El mismo Mojica reconoce la brillantez de la idea y de ninguna manera reclama para sí un protagonismo que no le pertenece. Al contrario y su modestia emociona. Diluye sus contribuciones en ese saber conjunto que constituye el CRISPR.


Los ladrillos de la ciencia El hallazgo de los Crispr ejemplifica cómo se llega a los descubrimientos científicos y el papel de la mirada ingenua y la imaginación

Martin Caicoya LNE 18.12.2022

viernes, 10 de febrero de 2023

Cinema Paradiso: Cuidarnos entre nosotros nos hace humanos / Sanitas


 
La campaña navideña de Sanitas consta de cuatro capítulos que cuentan una misma historia desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas.

Sanitas presentó la nueva miniserie «Cuidarnos entre nosotros nos hace humanos»  dirigida por Isabel Coixet y protagonizada por Laia Costa -nominada a los próximos Premios Goya como mejor actriz protagonista-, Hugo Silva, Irene Escolar, Susi Sánchez -también nominada a los Goya como mejor actriz de reparto-, y Roberto Álvarez.

«Basada en muchas historias reales». Una noche de fin de año Nuria, embarazada de 7 meses, descubre que la vida puede cambiar en un segundo; y descubre también a dos mágicos extraños.

En una de sus clases, la antropóloga estadounidense Margaret Mead fue preguntada sobre cuál consideraba como el primer signo de civilización de la Humanidad, a lo que ella respondió que éste era el vestigio de un fémur fracturado y sanado de una persona.

Según Mead, ésta primera evidencia de que un grupo se volcó para cuidar a un individuo indefenso, que no hubiera sobrevivido por sí mismo sin ayuda, nos define como animal social.

 «Ésta es la premisa de la que parte esta historia. Lo que nos define verdaderamente como especie es cómo nos cuidamos entre nosotros», afirma Isabel Coixet, directora de la mini serie producida para Sanitas




 

jueves, 9 de febrero de 2023

FDA: Aprobar por "via acelerada" en cuestionamiento...


El tratamiento contra el cáncer aprobado por "vía acelerada" y retirado no es un caso aislado: es un problema mayor

El día 7 de noviembre, la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) publicó una nota de prensa en la que reconocía que los ensayos clínicos que estaba llevando a cabo para probar la eficacia del Blenrep, su innovador fármaco contra el mieloma múltiple, no estaban dando los resultados esperados. Si este fuera un caso normal, no dejaría de ser un caso más de medicamentos que no consiguen llegar al mercado.


Es más, teniendo en cuenta los considerables efectos secundarios de este fármaco en cuestión, sería lo normal. Carpetazo y a otra cosa. Sin embargo, este no es un caso normal: el Blenrep lleva ya más de dos años en el mercado y, de hecho, hace muy poco que España lo acaba de incorporar al Sistema Nacional de Salud. Así que la pregunta es evidente, ¿y ahora qué?

La FDA ha movido ficha. 

En agosto de 2020, la FDA norteamericana había aprobado por la "vía acelerada" (un método más corto y, por tanto, menos costoso) este medicamento. No obstante, al revisar los datos que aportaba GSK, ha ordenado la inmediata retirada del fármaco del mercado estadounidense. Esto no solo ha reforzado las dudas que, en los últimos años, se han levantado en torno a los procedimientos de aprobación de la FDA, sino que ha generado un efecto "bola de nieve" que pone en duda los procedimientos de otras agencias de medicamentos, como la europea.

¿Qué pasa en Europa? 

Lo que ocurre en Europa es que el fármaco también está aprobado desde el verano de 2020, pero a diferencia del procedimiento no contempla una retirada fulminante del producto a no ser que haya "problemas de seguridad". Y en este caso no los hay: simplemente se ha descubierto que el fármaco sencillamente no funciona (como se suponía que lo hacía y, por tanto, no es una opción terapéutica viable). Por ello, Europa tendrá que esperar a principios de 2023, cuando la evaluación programada decida qué hacer con el fármaco.

Se da la circunstancia de que España acaba de incorporar este medicamento a la cartera de la Seguridad Social tras varios rechazos por parte de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos por “las incertidumbres respecto a su valor terapéutico y criterios de racionalización del gasto público e impacto presupuestario" en el sistema nacional de salud.

No hay que olvidar que este tipo de medicamentos son muy caros (6.974,48 euros el vial para el caso del Blenrep; es decir, 120.000 al año por paciente) y eso hace que, aunque la EMA los apruebe, la sanidad española se lo tome con calma. La consecuencia directa es que, pese a las críticas de asociaciones de pacientes y de la industria, el 45% de los nuevos medicamentos aprobados por la UE no está disponible en España. Este caso evidencia que la cuestión es más compleja de lo que parece.

Una polémica que va mucho más allá de este medicamento. Porque el caso del Blenrep llega en un momento extraño. El año pasado, se despertó una enorme polémica en el mundo médico porque la FDA aprobó un medicamento contra el Alzheimer, el Aduhelm, contra la opinión de su propio grupo de expertos. Algo que, por cierto, era la primera vez que ocurría. Y no, no es un caso aislado.

Ver:

Todo sobre Aduhelm en PHARMACOSERÍAS

Según publicaba Elisabeth Mahase en The Bristish Medical Journal el año pasado, el 44% de las terapias que desde 1992 ha aprobado por la FDA "por la vía rápida" no lograron demostrar su efectividad. Eso son 112 de 253. Es más, Mahase dejaba bastante claro que la agencia norteamericana permitió que siguieran en el mercado durante mucho más de lo razonable pese a no tener evidencias claras y ser sorprendentemente costosos. No tenemos datos del proceso equivalente de la EMA, pero lo cierto es que ambas agencias suelen ir de la mano en la inmensa mayoría de casos.

¿Está roto el sistema de aprobaciones de medicamentos? 

Yo no iría tan lejos porque en esta crisis confluye muchos factores. El más novedoso es el nuevo interés de la opinión pública en todo lo que tiene que ver con los procesos de aprobación y comercialización de los medicamentos. Un interés que parece heredado de la pandemia y que tiene como resultado que los fallos del sistema sean discutidos con "luz y taquígrafos". Si miramos los estudios, podemos comprobar que los problemas se remontan a mucho antes.

Si uno de los factores cambia, todo debe cambiar. Es decir, no parece razonable que las agencias del medicamento no analicen la cuestión con detalle y desarrollen procesos de aprobación que no comprometan directamente su credibilidad. Porque, como hemos repetido muchas veces, la confianza es un "recurso no renovable" y la revolución biotecnológica de los próximos años no va a hacer, sino aumentar el potencial de los medicamentos disponibles (pero también la incertidumbre y me temo que los precios).

Javier Jimenez / Xataka