miércoles, 30 de septiembre de 2015

Pharma needs to ensure access to medicines without damaging R&D / Prof. Ralf Boscheck*



Prof. Ralf Boscheck
International intellectual property regulations are doing serious damage to the pharmaceutical industry and, by extension, to the health of people around the world.

The core of the problem: growing global concern about how to ensure affordable access to medicine without damaging the initiatives that sustain pharmaceutical research. Attempts to address the issues have resulted in significant disagreement between developed and emerging economies about just how much protection should be available to companies that develop new drugs.

Members of the World Intellectual Property Organisation, which celebrated its 40th anniversary this year, are trying to resolve their differences on how – and even whether – emerging market countries should move to a framework that offers greater intellectual property (IP) protection, but the results to date are not promising.

'Access to medicine' advocates propose measures based on national income levels; branded drug producers want a time-based transition schedule; others argue that patent protection should be linked with the UN’s Human Development Index, which is a relative scale with frequently-changing outcomes and policy incomes.

The case for strong patent protection

Developed countries, particularly the United States, usually try to commit emerging economies to more stringent intellectual property right rules in exchange for bilateral concessions in other areas of trade. These arrangements typically involve an extension of patent terms and data exclusivity as well as limits to parallel trade and accelerated marketing approval for generic producers.

Strengthening intellectual property rights, they argue, incentivises research on diseases that are specific to developing countries and promotes technology transfer through the localisation of R&D and production investments. This then contributes to improving typically inadequate health service infrastructures.
...
The 'evergreening' debate
'Evergreening' is a series of techniques used by pharmaceutical firms to continue protecting their drugs after the initial patent expires in order to maximise their return on R&D investments. That is, they prevent or limit the manufacture of generic drugs for longer.
The specific approaches used are numerous, but include 
  • continued differentiation of branding, dosing, formulation or mode of action; 
  • patenting active compounds or co-specialised delivery systems; and
  • seeking to expand a compound’s market through approvals for new indications.

Ver:
 The 'evergreening' debate
Critics of evergreening strategies argue that this means that patients miss out on the benefits of cheaper generic drugs. However, they also usually neglect the existence of regulatory and market responses that limit the risk of abusive patenting.
For instance, patentability typically requires an invention to be novel, non-obvious and useful in the sense of capable of industrial application. The coloring and scoring of a drug may appear on the surface to be purely aesthetic, but if it can be shown to improve patient compliance, and therefore efficacy, that is novel and not obvious, and must therefore be patentable. In short, properly designed and implemented patent systems already deal with some of the often claimed evergreening concerns. 

Ver:

Evergreening of patents in pharma field / Novartis en India...

...
Conclusion
Escalating healthcare expenditures and the need to ensure access to affordable medicine in both emerging and emerged economies are fuelling calls for containing evergreening practices around the world. But such practices are the necessary outcome of a system that responds to market incentives and is already sufficiently controlled by established patentability standards and policies to determine patent term extension. Even reverse payment arrangements may ultimately deliver consumer net benefits. They present a challenge for efficient rule writing and a reminder of the need for better and coordinated policy analysis.(Más)



Ver:

Access to medicines.

(*) Ralf Boscheck is the Lundin Family professor of economics and business policy at IMD and director of IMD’s MBA program. With more than 20 years of teaching, Boscheck believes in using intensive and direct interaction to develop technical competencies, self-awareness and moral judgment.

"Mid Pharma" El tamaño si importa...



Compañías medianas, las más rentables por empleado 


Las farmacéuticas especializadas de tamaño medio y las grandes biotech contarían con los modelos de negocio más eficientes y con la mayor rentabilidad por empleado según un nuevo informe de EvaluatePharma sobre empleo en el sector publicado la semana pasada.

El ranking muestra que Gilead, Shire y Celgene se encuentran muy por delante de sus competidores en las ventas generadas por empleado. 

Las claves del éxito de Gilead se llaman Sovaldi y Harvoni, los dos superventas para la hepatitis C que están entre los medicamentos con mayor margen de la historia y que probablemente han disfrutado de una de las trayectorias de ventas más fulgurantes tras su lanzamiento. 

Entre las big pharma, la compañía más rentable por empleado sería Pfizer. Su eficiencia sería resultado del recorte de unos 51.000 empleos en los últimos siete años. La experiencia de Pfizer tendría todos los visos de repetirse con otras compañías de menor tamaño e inmersas en la fiebre de compras y fusiones que atraviesa a la industria. 

De las últimas grandes compras, el informe destaca las de Actavis sobre Allergan y Forest, que ha decidido adoptar el nombre de Allergan para la nueva compañía, y las adquisiciones de Valeant de Salix y Bausch&Lomb.

martes, 29 de septiembre de 2015

Yo, repetidas veces, manifiesté ser esceptico ante las "farmacias on-line"


Y así sostengo en todo "foro" al que asisto.


Aún apoyándome en "argumentos" de estudios hechos por los "homeopáticos".



Ver

Por ello la siguiente columna/ Editorial de Francisco J. Fernández (amigo), Director de Diario Médico/Correo Farmacéutico me parece esclarecedora...


¿Internet para vender o para potenciar la imagen de la farmacia y ampliar su campo de actuación?

No es una cuestión baladí, ante la realidad de la presencia de internet en la sociedad y cuando las primeras farmacias empiezan a vender por esta vía medicamentos OTC. Para responder a ella habría que plantearse antes qué papel quiere desempeñar la farmacia. En principio, parece imponerse el de un establecimiento de salud, complementario al sistema sanitario y asentado sobre dos bases: la prevención/educación para la salud y el uso eficaz del medicamento. En función de esa respuesta habría que responder a la primera cuestión.

Ampliar el espacio de actuación de la farmacia es cabal. Despreciar el canal inmenso que ofrece internet sería una insensatez. Internet, y así se ponía de manifiesto hace unas semanas en la jornada de aniversario de CF, no sólo permite a la farmacia extender su imagen más allá de su mostrador, sino ofrecer una serie de servicios de valor.

Es la primera parte de la cuestión, la de la venta, la que genera más dudas. Hay que recordar de antemano que España debía permitir esta venta on line de OTC. Así lo prevé la jurisprudencia del Tribunal de la UE. No obliga a los Estados a permitir la venta desde su territorio, pero sí a que sus ciudadanos compren a webs establecidas dentro de la UE y siempre que los medicamentos estén aprobados en España. Pese a ello, negarlo sería perjudicar al farmacéutico español, al impedirle competir.
Ante la venta ‘on line’ hay que insistir en que el fármaco no es como otro producto de consumo y que la farmacia se vincula al consejo

Sin embargo, no está claro que haya negocio. De cara al potencial comprador español no hay mucho margen en precio frente a la compra física, fácil además dada la amplitud de la red de farmacias, como planteaba la semana pasada en este periódico la jefa de Inspección y Control de Medicamentos de la Aemps, Belén Escribano. No parece haberlo tampoco ante el comprador exterior, ya que España no tiene precios más bajos que el entorno.

A esto hay que sumar notables gastos e inconvenientes. Marta Morlán, farmacéutica en un pequeño pueblo de Toledo, los enumeraba en la jornada de CF a partir de su larga experiencia de venta on line de parafarmacia: necesidad de alto stock para atender demandas imprevisibles, inversión en posicionamiento de la web, problemas técnicos, muchas horas de dedicación, gestión de los envíos (entregas defectuosas, devoluciones…)...

Con todo, estas cuestiones palidecen ante la esencial de si tiene sentido la venta on line de OTC en una farmacia que se vincula al concepto de AF.

La venta por internet dificulta el control del medicamento por el farmacéutico. El Tribunal de la UE reconoce en parte esto al limitarla a las especialidades publicitarias, mientras la prohíbe para los éticos. Sin embargo, y asumiendo la mayor seguridad de los OTC, no parece tan sencilla la discriminación: al contrario, podría incluso tacharse de arbitraria. Los OTC son también medicamentos y su mal uso es más susceptible de provocar problemas serios que otros productos de consumo.

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