Gran Vía 764...la caída del "Imperio SANDOZ"
Era 1994 en Lima donde, como Presidente y Director de la División Farmacéutica de Sandoz Perú vivía mi segunda etapa en ese maravilloso país, cuna de mis dos hijos, Fernando Comas Ahumada y Ariadna Comas , recibo llamada que me convoca a Madrid, Hotel Palace, donde Manuel Peyrolón (q.e.p.d.), Director de la División Farmacéutica de SANDOZ, me ofrece (y convence) la Dirección de Marketing de la compañía en España.
En ese instante inicia mi "vecindad" en el piso 7 de ese lugar en Gran Vía 764, en Barcelona.
En ese emblemático edificio SANDOZ crucé puertas día tras día.
Con el tiempo, tristemente, devino (que no divino) en NOVARTIS (1998), último en esa mi larga (28 años) vida en la industria farmacéutica: Venezuela, Phillipines, Perú, México, Perú y España. Hoy la triste noticia (al menos para mí) aparece en la prensa económica: "Novartis vende a Freo (que feo) su sede en España al reducir espacio por el teletrabajo"
Y otra que titula: "El cierre de una multinacional en Barcelona pone en riesgo 170 empleos. Sandoz bajará la persiana en 2024"
Sic Transit...
Madrid 1.12.2022
Novartis ha cerrado la venta al grupo Freo de su histórica sede corporativa en la Gran Vía de les Corts Catalanes, en Barcelona. El traspaso se ha realizado por menos de 40 millones de euros, según fuentes conocedoras de una de las operaciones más significativas del año en la capital catalana. La farmacéutica suiza, una de las grandes del sector a nivel mundial, buscaba reducir espacio por el impulso del trabajo a distancia tras la pandemia de Covid-19 y se quedará ocupando la mitad del edificio en concepto de alquiler.
El edificio, construido en 1967, siempre ha pertenecido al grupo helvético, inicialmente a Sandoz, una de las dos compañías que dieron lugar al laboratorio tras la fusión en 1996 con Ciba-Geigy.
En esa sede central en España trabajan 700 personas, de los 2.100 empleados (incluidas las fábricas) de la empresa en el país. El activo cuenta con nueve plantas (ocho de oficinas) y cuatro de aparcamiento con 114 plazas, para un total de 12.000 metros cuadrados.
Desde antes de la pandemia, pero sobre todo tras la crisis sanitaria, Novartis ha impulsado un plan global de trabajo a distancia llamado Choice with responsability, en el que ofrece a los empleados un modelo más flexible por el que pueden elegir (bajo su responsabilidad, como dice ese lema en inglés), si teletrabajan, si van a la oficina u optan por una fórmula mixta.
La consecuencia de ese teletrabajo es que la compañía ya no necesitaba tanto espacio como antes para sus oficinas. El laboratorio se quedará como inquilino (en una operación de sale & lease back).
En su sede de Madrid, en la calle Serrano Galvache, donde el laboratorio está de alquiler, ya llevó a cabo una reducción de espacios de oficinas por el mismo motivo.
Novartis anunció el pasado octubre un expediente de regulación de empleo (ERE) por causas organizativas que afectará a entre 220 y 240 personas en España, donde cuenta con unos 2.100 trabajadores, tanto en fábrica como en corporativo. Según la multinacional, los despidos se enmarcan en la "profunda transformación" del negocio que está llevando a cabo la compañía y que pasa por la simplificación a nivel global de su modelo operativo para centrarlo en la innovación y en la productividad, que supondrá la salida de unos 8.000 trabajadores en todo el mundo.
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Novartis ha puesto a la venta su histórica sede corporativa en España. Ubicada en la Gran Via de Barcelona, la farmacéutica suiza ha decidido desprenderse de ella pocos días después de anunciar una nueva reestructuración para rebajar la masa laboral del grupo. Eso si, en su justificación pública no hace en ningún momento mención al expediente de regulación de empleo (ERE) que ha activado en todo el mundo. Justifica el movimiento inmobiliario para hacer caja por el incremento del teletrabajo tras la pandemia.
Venderá el edificio y se quedará como inquilina en algunas de las plantas. Incluso ya existe un candidato para comprar la sede, el grupo alemán Freo, que crecería en propiedades en la capital catalana con una operación en la que estaría dispuesto a poner 40 millones de euros sobre la mesa de la farmacéutica.
Aumenta el teletrabajo
Novartis asegura que la llegada del Covid "aceleró el trabajo a distancia" y que ahora ofrece a sus trabajadores "una gran flexibilidad para trabajar desde casa". Se ha pasado de un modelo 100% presencial a otro en que son los empleados los que deciden dónde trabajar.
No cuentan con sitios asignados en las oficinas y todos ellos están dotados con "equipos portátiles" que les permiten ubicarse donde quieran, un modelo laboral que ya se aplica en otros grandes grupos. Se escuda en esta nueva organización del trabajo como el principal motivo de la venta de la sede.
Desvinculan la operación con el ERE
De hecho, los portavoces de Novartis han pretendido desvincular de forma directa el movimiento inmobiliario de los despidos de entre 220 y 240 personas en España. El anuncio se hizo público la semana pasada y llega tan solo un año después de la oleada global de despidos que afectó singularmente a Cataluña, donde se amortizaron unos 200 puestos de trabajo. Con todo, desde el mercado se apunta de forma clara que es una forma más de hacer caja y de limitar los gastos fijos mensuales de la filial española.
La sede de Novartis en Barcelona, donde trabajan unas 700 personas, se encuentra en el número 764 de la Gran Vía. Está situada a escasos metros de la plaza de toros de Monumental y cerca de la plaza de Glòries.
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