sábado, 28 de enero de 2023

Síndrome de Erostrato

 


Hay un fenómeno mental definido por psicólogos y psiquiatras con el nombre de “complejo” o “síndrome de Eróstrato” por esa tendencia de querer pasar a la historia o tener un minuto de gloria, de los mediocres, por medio del magnicidio

Al parecer, desde siempre ha habido personas que, en su afán de ser famosos y estar en boca de todos, se centran únicamente en conseguir que se hable de ellos. No importa si se habla bien o si se habla mal, lo que interesa es que se hable.

Decimos de alguien que padece el síndrome de Eróstrato cuando, por un afán desordenado de notoriedad y fama, realiza actos infames y llamativos que den que hablar aunque sea mal. En el Diccionario de la Academia (1992) aparece como erostratismo, y se define como «manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre».



Eróstrato fue un efesio que, para inmortalizar su nombre, incendió el templo de Artemisa (Diana) en Éfeso la misma noche en que nació Alejandro Magno, el 21 de julio del año 356 a.C. Este templo estaba considerado como una de las siete maravillas del mundo. Los efesios le condenaron a suplicio y prohibieron bajo pena de muerte que se pronunciara su nombre con el fin de frustrar su intento.

Eróstrato incendió el templo de Artemisa (Diana) en Éfeso no porque tuviera algo en contra de la diosa, el templo o sus gentes. Sencillamente lo hizo porque este hecho le daría fama. Por desgracia, en nuestros días, cada día más proliferan individuos que aspiran a la fama al precio que sea. Éste es el considerado como complejo de Eróstrato, tan presente en nuestra sociedad actual.

«Es posible crear fenómenos virales, actos que ocupan las portadas de muchas páginas web y diarios, y todo ello movido simplemente por el hecho que se ha querido estar ahí. Otras personas lo ven, observan cómo quien ha buscado la popularidad lo ha conseguido, y toman nota de ello. Esto, por otro lado, es un mecanismo que sirve tanto para los actos más o menos inocuos, como crear un vídeo gracioso, como para aquellos que causan dolor, como cierto tipo de atentados».(Arturo Torres)

Vivimos, pues, rodeados de Eróstratos, que entienden la vida como un reality show, donde lo que importa es el dinero fácil sin más necesidad ni aspiración que el reconocimiento televisivo de su ignorancia.

«El complejo de Eróstrato es una manifestación psicológica que sufren algunas personas, en especial asesinos o delincuentes que pretenden lograr fama a base de un acto delictivo»

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