La planta de Bayer redujo a la mitad su huella de carbono en cinco años
El grupo ha invertido 27 millones en un lustro entre mejoras productivas y ambientales
La planta de Bayer en Langreo -donde se fabrica el ácido acetil- salicílico, con el que se hacen todas las aspirinas del mundo-redujo en 2022 en un 9% la huella de carbono de su actividad directa, lo que disminuye hasta un 52% las emisiones directas o indirectas en los cinco últimos años, pese al incremento de la actividad productiva.
En total, Bayer ha invertido en un lustro 27 millones de euros (incluyendo las mejoras en las líneas de fabricación), lo que ha permitido un mayor desarrollo de la digitalización, el aumento de la flexibilidad productiva y la actualización de sus infraestructuras con criterios de sostenibilidad», expuso la compañía.
Entre los proyectos acometidos está el llamado «Green Aspirin», la descarbonización de la fabricación del acetilsalicílico.
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