martes, 14 de abril de 2020

Macron en el Discovery del Dr. Raoult / Esperanza o milagro?

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¿Tiene la poción mágica contra el coronavirus o es un Panoramix de tebeo? 

Didier Raoult es el médico del momento, el apóstol de la hidroxicloroquina, un derivado de la clorina, un tratamiento contra la malaria. Él dice que funciona. Sus detractores, que el estudio es un pufo. Tiene sus apoyos, Trump entre ellos, y sus detractores. 

Ayer recibió la visita del presidente Macron. En su cuartel general, el Instituto Hospitalario Universitario Mediterráneo de Marsella. El mismo lugar donde se forman colas de cientos de enfermos que esperan un diagnóstico y un remedio.

El presidente viajó sin prensa. El encuentro no estaba en la agenda. Según el canal BFMTV, por influencia de su esposa Brigitte. Dentro de un plan de visitas a centros de investigación. Ayer estuvo en el hospital Kremlin Bicêtre donde se lleva a cabo el ensayo Discovery que estudia cuatro tratamientos sobre la pandemia. 
En cambio, se ha retirado la autorización hasta nueva evaluación a un ensayo que preveía administrar a los enfermos una solución derivada de la sangre de los gusanos marinos.

Ver:

Covid-19: Experimental drugs timetable


La búsqueda de un remedio contra el virus que ha costado la vida a más de 90.000 personas en todo el mundo, según las estadísticas oficiales, es una prioridad (y una carrera) mundial. Macron se dirigirá a la nación el lunes por la noche. Será la cuarta vez desde que comenzó la pandemia. Las dos caras de la crisis tienen el ceño fruncido. En las últimas 24 horas han muerto en los hospitales franceses 412 personas, lo que lleva el total desde comienzos de marzo a 8.044, que sumados a los fallecidos en residencias de ancianos suma 12.210 muertos. La esperanza es que ayer había menos ingresados en reanimación, 7.066 pacientes.(...)
 

Este es el contexto. Una circunstancia en la que Macron no puede permitirse enemigos de la talla (mediática, al menos) del dr. Raoult. Que tiene sus fans. Donald Trump dijo que su medicamento es un "regalo del cielo". 


En Francia, una petición para que se pueda recetar Plaquenil, nombre comercial del producto, supera las 456.000 firmas. Entre sus promotores, Philippe Douste Blazy, ex ministro de Sanidad en los 90.

También le apoyan Christian Estrosi, alcalde de derechas de Niza que fue con él al liceo. Y el presidente de la región Provenza-Alpes Costa Azul, Renaud Muselier que es médico. Del partido socialista a la extrema derecha, Raoult tiene amigos en cada capilla política. Debe de tener buena mano. Su centro hospitalario ha recibido al menos 73 millones en subvenciones.

En el otro lado, la elite parisina. En tiempos de la anterior ministra de Salud, Agnès Buzyn, la cloroquina fue calificada como producto venenoso. Y el Instituto nacional de la Salud y la investigación médicas quitó al centro su etiqueta de calidad. Él se defendió sin miramientos. Acusó a la entidad oficial de conflicto de intereses porque su director, Yves Lévy, es el esposo de Buzyn. De ésta dijo que había estado casada con un hijo de Simone Veil, flirteando con el antisemitismo. 
 
Ver:

Chloroquina / Covid-19: Por encima, y por debajo, de toda sospecha...




El polémico científico es un broncas nato y habla sin freno. El 21 de enero, cuando el gobierno chino estaba a punto de confinar a toda la población de Hubei colgó de Youtube este comentario: "Mueren tres chinos y montan una alerta mundial, la OMS entra al trapo y las televisiones y radios no dejan de hablar de ello. Es una locura. No hay lucidez alguna". Hasta mediados de febrero se burla de la epidemia. Poco después, en el mismo canal, dice que la cloroquina acabará con el covid-19. Sin pruebas. Éstas llegarán el 20 de marzo. La revista International Journal of Antimicrobial Agents publica un ensayo realizado en 15 días sobre 30 pacientes de coronavirus. 


Ninguno de los pacientes tratados murió ni ha terminado en reanimación... hasta que se descubre que tres enfermos que acabaron en la uci y uno que murió, ejem, fueron excluidos del resultado del ensayo. Las críticas se acumulan hasta el punto de preguntarse cómo una publicación científica pudo dejar pasar tal cantidad de errores, estadísticas dudosas y pifias gordas. Algunos acusan de conflicto de intereses al director de la revista, Jean Marc Rolain que firma el estudio y está en la nómina del centro que Raoult dirige.


Entonces por qué Macron le rinde visita. 

Dos hipótesis a bote pronto. Una, por si acaso funciona. Y dos, por la opinión pública. Porque ante una enfermedad que provoca tantas muertes, la búsqueda de remedio se hace acuciante. Raoult es inmensamente popular en Francia. Y aunque con sus meandros, es una eminencia en infecciones.

Por eso se le han pasado por alto cosas que no se perdonan a un personaje público, como sus posiciones escépticas sobre el cambio climático. Por eso, el ministro de Sanidad, Olivier Vérin, que también es médico, ha aprobado que se trate con el producto en cuestión a enfermos graves y siempre en el hospital. Y por eso, el presidente Macron le incluyó en su consejo científico, aunque la estrella hace novillos desde hace 15 días.
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