sábado, 1 de diciembre de 2018

Día Mundial del Sida 2018 / 25 años de Philadelphia

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Tras convertirse en un rotundo éxito en taquilla, la reconocieron como la película definitiva sobre el mundo del sida. Nunca antes un estudio en Hollywood se había atrevido con un tema tan temido como escabroso para una sociedad netamente conservadora como la estadounidense en los años 90. 
Philadelphia, protagonizada hace 25 años por Tom Hanks y Denzel Washington, representó un giro para la industria en la forma de abordar el tema. Ayudó a entender mejor la trastienda del virus y la etapa final de la infección, el estigma alrededor y las parejas homosexuales que tuvieron que enfrentarse al brutal rechazo entonces.

Ver: 
Cinema Paradiso: PHILADELPHIA / Jonathan Demme

El filme de Jonathan Demme, el valiente realizador que se atrevió con el tema respaldado por el éxito de El silencio de los corderos dos años antes, se hizo con cuatro nominaciones al Oscar y se llevó dos premios, el de Hanks como mejor actor, y el de Bruce Springsteen por la inolvidable Streets of Philadephia, asociada de forma inherente al filme. Ellos dos, junto con Washington y Banderas, quedaron marcados para siempre por la película, de cuyo rodaje se ha cumplido recientemente un cuarto de siglo. (...)

"Es curioso lo poco que sabíamos entonces del tema, especialmente gente como el personaje que yo interpretaba, que le daba miedo darle la mano a un enfermo", recordaba el actor (Denzel Washington) el año pasado, parte fundamental de un largometraje que llegó en el momento adecuado, que personalizó y humanizó una enfermedad, despertando empatía entre una multitud.

"Nos unimos y tratamos de lograr una película que ayudara a encontrar una cura y salvar vidas", el aporte de Demme en vida a la causa, el trabajo de un hombre compasivo y arrepentido de sus propios prejuicios ante la enfermedad. (Más)

En la película se pueden observar sin tapujos los escrúpulos y el rechazo de la gente hacia los personas infectadas por el VIH, especialmente hacia las homosexuales. Se refleja claramente la poca simpatía de la que gozaban los homosexuales entre la mayor parte de la sociedad del momento, y el hecho de que la infección VIH se extendiera de forma más rápida y patente entre ellos, contribuyó a marginar aún más a estos dos colectivos. 

Si En el filo de la duda/ And the Band Played On (1993) de Roger Spottiswoode la industria mostró la historia de los comienzos de la pandemia del SIDA, en Philadelphia reflejó su evolución cuando empezó a utilizarse el AZT, una realidad muy lejana de la actual en el primer mundo. 
La película califica a la enfermedad, en distintos momentos, como “una terrible enfermedad infecciosa y mortal”, “una enfermedad debilitante” y “una enfermedad mortal incurable”. De hecho la abogada del bufete demandado dice en el juicio que “Andrew se está muriendo”. Esta forma de evolucionar el SIDA también es historia en los países desarrollados y en este sentido la cinta tiene claros valores educativos. 

La evolución de la enfermedad y su tratamiento se muestran bastante fielmente de acuerdo a la realidad del SIDA en ese momento. Del mismo modo, el planteamiento de los grupos de riesgo y de la difusión de la epidemia, se corresponde en importancia con los grupos de mayor prevalencia en aquellos años.(Más)

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