miércoles, 6 de marzo de 2024

No Fumar...De CHAMPIX a TODACITAN y RECIGARUM

Dejar de fumar no es tarea fácil. Según el informe Rompe con la nicotina, el 74% de los fumadores ha intentado dejarlo al menos una vez en su vida. La mayoría hace de media dos intentos antes de conseguirlo de manera definitiva. Los fármacos son un instrumento que facilita mucho esta empresa y, durante años, el mítico Champix fue considerado la panacea. Sin embargo, en 2021 desapareció de golpe y porrazo. Casi tres años después, regresa a las farmacias españolas. No es ni mucho menos el único fármaco que está revolucionando el tratamiento del tabaquismo en los últimos meses.


Champix
es el nombre comercial que durante años se dio a la vareniclina, un medicamento que interfiere sobre los receptores de nicotina en el cerebro. Esto tiene dos efectos: disminuye la sensación de placer que la persona obtiene al fumar y reduce los síntomas provocados por el síndrome de abstinencia.

Desde 2006 fue el fármaco referencia para conseguir dejar a un lado los cigarrillos y, en enero de 2020, entró a formar parte de la lista de medicamentos financiados por Sanidad. Sin receta médica, un tratamiento de tres meses (el mínimo) podía superar los 300 euros, lo que dificultaba su acceso y su adhesión.

La buena nueva duró poco tiempo. Un año más tarde, la Aemps ordenaba la retirada de varios lotes del medicamento por la detección de niveles de impureza N-nitrosovareniclina -un potencial carcinógeno superiores a lo recomendado. La farmacéutica que lo fabricaba aseguró estar en vías de resolver el problema y continuar con la fabricación, pero nunca más se supo de él. Hasta ahora, si bien será otra empresa la que retome la fabricación y el nombre pasará a ser Vareniclina.

Una buena acogida

"Siempre es una noticia positiva el que haya un nuevo fármaco para dejar de fumar. Cuántas más herramientas y más apoyos, más posibilidades hay de que un fumador abandone el hábito", valora a EL ESPAÑOL Carlos Rábade, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Según explica, tan sólo el 10% de los fumadores que intenta dejarlo por su cuenta, sin acudir a un profesional, consigue dejarlo. La cifra se multiplica por tres con ayuda médica, la cual no sólo incluye la vía farmacológica, también una parte psicológica.


Actualmente, el sistema de salud financia otros dos medicamentos para dejar de fumar: Todacitan y Recigarum. Ambos basan su funcionamiento en el mismo principio activo, la citisina. Al igual que la vareniclina, actúa sobre los receptores de nicotina del cerebro, disminuyendo las ganas de fumar y la sensación de abstinencia. Y, como concluyó una revisión Cochrane, es posible que funcione tan bien como la vareniclina, con menos efectos secundarios. 

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