El terremoto bursátil y reputacional originado por el informe de Gotham City contra Grifols ha derivado en una remodelación de la cúpula de la empresa, que ha optado por separar la gestión de la propiedad de la compañía. Finalmente, Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Deu, de la familia fundadora, abandonan sus cargos ejecutivos –como director corporativo y director de operaciones, respectivamente–, aunque mantendrán un puesto en el consejo como dominicales.
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Al mismo tiempo, el fabricante de hemoderivados nombrará a Nacho Abia como nuevo consejero delegado que, según el comunicado remitido a la CNMV, comenzará a desarrollar sus funciones el 1 de abril bajo las órdenes de Thomas Glanzmann, que mantiene su cargo de presidente ejecutivo.
Hasta ahora, Abia ha sido directivo en la compañía japonesa Olympus Corporation, especializada en tecnología médica y líder mundial en diagnóstico y en tratamientos poco invasivos.
Anteriormente, trabajó en Sony Corporation. Es miembro del consejo de la Asociación de Tecnología Médica Avanzada (Washington D.C.), de la Cámara de Comercio de España en EE UU y de la Lehigh Valley Health Network (Pensilvania).
Buen conocedor del sector, entre sus próximos retos estará el de liderar la estrategia de crecimiento de Grifols, muy influenciada por los planes de desapalancamiento de la compañía, que será vital para recuperar la confianza del mercado. Y es que pese a que el valor ha intentado remontar desde aquel fatídico 9 de enero en el que llegó a despeñarse más de un 40%, aún cotiza en 10,38 euros por acción; muy lejos de los 14,24 previos al polémico documento.
Desde la empresa defienden que la incorporación de Abia y la decisión de Raimon y Víctor Grifols de dejar sus funciones actuales «forma parte de la hoja de ruta de sucesión que los dos ejecutivos de Grifols, junto con el consejo, pusieron en marcha en 2022, una vez consolidada la recuperación de la compañía tras la pandemia».
Sin embargo, es un hecho que el movimiento coincide con las acusaciones en las que Gotham apuntaba a que la familia empleaba un auténtico entramado de sociedades con el fin de maquillar sus cuentas para ocultar su verdadera deuda. Como respuesta al documento, y a la espera de lo que determine la CNMV sobre el mismo y sobre las cuentas de Grifols, la compañía decidió demandar a la firma de inversión ante un tribunal de Nueva York.
Tras el movimiento en la cúpula, el presidente ejecutivo del grupo, Thomas Glanzmann, insistió ayer en que «los profundos valores familiares que han hecho de esta compañía una empresa excepcional durante 115 años continuarán siendo siempre el sello distintivo de Grifols».
Cabe recordar que Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu fueron co-CEOs desde enero de 2017 hasta mayo de 2023, sucediendo en el cargo a Víctor Grifols Roura. Ambos representan, respectivamente, la tercera y cuarta generación de la familia.
Clara Alva El Comercio 5.2.2024,
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