Pablo Argüelles (Oviedo, 1984) renunció a ser abogado y, con los 27 años ya cumplidos, se matriculó en Medicina. Y después, hace ahora algo más de diez años, en una conferencia del reputado Carlos López Otín descubrió una disciplina científica que apenas salía en sus libros de texto: la biología molecular.
Ahora, residente de quinto año de Cardiología en el Hospital de Cabueñes, el médico acaba de publicar “La biología molecular en 7 metáforas”, el libro que a él le hubiese gustado leer cuando se adentraba en un mundo que, aunque complejo, revela las claves de la vida humana
...siete metáforas o capítulos aclaran conceptos como las enzimas, las células, los entresijos del ADN...
La obra se cierra con una séptima idea, la más sugerente, titulada “La peligrosa inmortalidad”.
Argüelles la explica así: “Hubo un tiempo en el que la vida en la Tierra era inmortal, hace millones de años, cuando el planeta lo habitaban bacterias. La vida no terminaba. La nuestra sí lo hace, y menos mal. La complejidad de la vida humana, con nuestra multiplicación celular, implicó inventar la muerte. Pero, si se vive bien, la mortalidad es un regalo"
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