jueves, 25 de febrero de 2021

W3C & Fundacion CTIC desde Asturias vs Coronavirus


La lucha para derrotar al coronavirus tiene muchos frentes y campos de batalla. Algunos de ellos diseminados por el mundo, que crean dispersión y duplicidad de esfuerzos. Con el objetivo de acabar con esa situación la Fundación CTIC, con sede en Gijón, a través del consorcio W3C -dedicado a generar recomendaciones y estándares sobre lo que debería de ser la web del futuro- se puso manos a la obra para batallar al virus desde un campo de batalla inexplorado: una página web. Ahora la fundación asturiana, colidera junto al gigante de la distribución en Asia, Alibabá (que es uno de los socios principales del consorcio W3C en aquel continente) un proyecto para luchar y frenar la expansión de la covid 19 gracias a la web, que ya está dando sus frutos, generando contactos, intercambios y tránsito de información entre países de todo el mundo. Todo a través de una página web gestionada a medias entre Gijón y Pekín.

La lucha para derrotar al coronavirus tiene muchos frentes y campos de batalla. Algunos de ellos diseminados por el mundo, que crean dispersión y duplicidad de esfuerzos. Con el objetivo de acabar con esa situación la Fundación CTIC, con sede en Gijón, a través del consorcio W3C -dedicado a generar recomendaciones y estándares sobre lo que debería de ser la web del futuro- se puso manos a la obra para batallar al virus desde un campo de batalla inexplorado: una página web. Ahora la fundación asturiana, colidera junto al gigante de la distribución en Asia, Alibabá (que es uno de los socios principales del consorcio W3C en aquel continente) un proyecto para luchar y frenar la expansión de la covid 19 gracias a la web, que ya está dando sus frutos, generando contactos, intercambios y tránsito de información entre países de todo el mundo. Todo a través de una página web gestionada a medias entre Gijón y Pekín. 

"Fake news: Gravedad severa"


El objetivo del proyecto es tan ambicioso como buscar un lugar de encuentro en el que el mundo entero pueda tener acceso a datos tan aparentemente dispares como cuestiones científicas sobre los últimos avances que se están realizando entorno a la deseada vacuna, a cómo deben de utilizarse los equipos de protección individual (EPI) -para que los sanitarios sepan como usarlos de forma correcta- u otro tipo de asuntos derivados de esta crisis sanitarias como, por ejemplo, cómo dar clases online, o incluso otras ligadas a la política sobre qué decisiones se están tomando en el resto del mundo. Vamos, que en la web cabe de todo. "Es un repositorio de datos, que están abiertos, siempre con información verídica y con la que tratamos de que la toma de decisiones en determinadas ocasiones pueda ser más sencilla", señala Nacho Pedrosa, que junto al chino Jim Peng, de Alibabá, lidera este ambicioso proyecto. El CTIC, además, no puede estar más satisfecho con el resultado del proyecto y la respuesta que está teniendo. "Va creciendo poco a poco", asegura Pedrosa, "y, al final, de lo que se trata, que es lo importante, es compartir diferentes visiones.Diferentes estrategias para obligar al virus a que se de por vencido.

Martín Álvarez, responsable de la oficina W3C en España -y que está asentada en la sede que la Fundación CTIC tiene en el parque tecnológico de Gijón- asegura que "el caso es que todos tenemos el mismo problema, que es global, pero que necesita unas soluciones locales". Se trata, añade, de poder ver casos de éxito en otros lugares y poder aplicarlos o directamente copiarlos para frenar la expansión del coronavirus. Y no solo eso, también es un lugar de encuentro en el que se puede crear negocio. El ejemplo es bien sencillo. Al principio -y todavía ocurre- había una gran falta de equipos de protección individual (EPI's) especialmente entre el personal sanitario que es, precisamente, el que más lo necesita. La web sirve de lugar de encuentro entre fabricantes de esos equipos, transportistas y sanitarios.

"De esta forma podemos poner en al personal de las residencias de ancianos con transportistas que les lleven las EPI's o directamente con las fábricas", señala Martín Álvarez. Pero, como se ha señalado es proyecto es amplísimo, abarca todos los ámbitos, desde el científico, al político pasando por el económico. Así, el ejemplo en el caso de la política es también bastante sencillo. "La intención era también compartir información sobre políticas que están funcionando en la luchas contra el coronavirus para aplicarlas en otro lugar", agrega. Como se apuntaba unos párrafos atrás, este repositorio creado entre Gijón y Pekín va llenándose cada vez más de ideas y propuestas, y el intercambio de proyectos está siendo bastante fluido.

La W3C -una organización que tiene como principal motivación que la web sea accesible para todo el mundo- está aprovechando, además, su nutridísima red de contactos internacionales para ir captando ideas que luego se van subiendo a la página. "Tenemos miles de ojos por todo el mundo", señala Martín Álvarez. Por su puesto, toda la información que acaba subiéndose a este repositorio mundial está contrastada. Sin ninguna fisura. Dentro de la web, además, hay diferentes grupos de discusión en los que expertos de todo el mundo intercambian sus opiniones sobre cómo frenar al virus.(Más)


 

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