viernes, 12 de febrero de 2021

Ratón de biblioteca: El Tweet de Dios / Luis A. Rodriguez C.*


 

"Teneis 48 horas para dejar de mentir"

@Dios





A finales del 2020 el mundo estaba devastado. Las consecuencias de la pandemia del COVID-19 estaban presentes en todos los ámbitos.

Aunque las primeras vacunas ya existían, aun no estaban disponibles en todas partes; el virus seguía cobrando víctimas. La economía mundial estaba totalmente deprimida. La recesión más grande en los últimos cien años. Algunas industrias, comercios y servicios desarrollaban un mínimo de actividad. Muchas empresas desaparecieron durante el año. El desempleo había alcanzado cifras sin precedentes El cierre de fronteras y las limitaciones del trasporte, pusieron en riesgo necesidades tan básicas como la alimentación. Las poblaciones estaban desesperadas. Todo ese mal, ese sufrimiento, todas esas muertes, habían sido originados por mentiras. Ellas fueron las que permitieron que una epidemia se transformara en pandemia; las que crearon falsas expectativas, las que utilizaron grupos y falsos políticos para manipular y controlar a las poblaciones. Ese caos estaba llevando a la humanidad a entrar en uno de sus momentos más oscuros, en donde el hambre, la ruina y la enfermedad serían las características que definirían esa desgraciada era. 


Ante un panorama tan nefasto, Dios, decide intervenir enviándonos un mensaje; con una instrucción precisa, y un plazo de 48 horas para cumplirla. La incredulidad fue la primera que surgió. Inicialmente el mensaje fue interpretado como parte de una campaña publicitaria, ciberataques a la red, y hasta un medio para manipular las elecciones presidenciales en los Estados Unidos de América. Con la aparición de nuevas evidencias que confirmaban la autenticidad del mensaje, la Iglesia se preparaba para hacer un reconocimiento oficial de este y de su autor; pero una ideología, a través de una red internacional, se avocó para evitar que esto sucediera; quisieron hacerlo utilizando los métodos que conocían bien: el delito y la mentira.

Esta novela narra como ocurrió...

(*)  Luis A. Rodriguez C., 

Fuimos compañeros de trabajo en los años heróicos de Sandoz

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