«El avance de las enfermedades dependen mucho de la destrucción del planeta. Cada cuatro meses se calcula que sale un coronavirus de la naturaleza. A veces impacta en los animales y sólo se enteran los biólogos. Pero la destrucción del planeta es lo que está llevando a que las enfermedades se vayan expandiendo, además del cambio climático. Me enteré la semana pasada que hubo un muerto por fiebre amarilla en las playas de Camboriú. Era una enfermedad que estaba en la selva amazónica hace pocos años. La destrucción del medio ambiente está movilizando a los animales que están invadiendo terrenos que antes no invadían. Por ejemplo, el mosquito del dengue está en los barrios de Buenos Aires».
Un peligro viral se extiende sobre varias poblaciones sin que la comunidad científica tome cartas en el asunto. Una talentosa investigadora desarrolla la vacuna que podría evitar la tragedia, pero cuando inicia la inmunización libera involuntariamente una dosis alterada que produce mutaciones genéticas monstruosas.
Clara Fend, científica argentina del prestigioso Old King's College de Londres, es la única persona que conoce fehacientemente lo que está ocurriendo en el mundo con un nuevo virus. El LPV tiene apenas ocho genes y provoca síntomas tan simples como los de una gripe; sin embargo, en un futuro sin fecha será capaz de aniquilar a la especie humana. Ante la interesada cautela del establishment científico, Clara se propone evitar esa tragedia adaptando estrategias de la lucha antiterrorista, pero algo no sale como ella espera.
Biovigilados plantea un quiebre perturbador en la frontera entre ficción y realidad al instalar al lector en un escenario absolutamente posible, en el que los humanos transforman y son transformados de manera radical. Se desarrolla en un mundo globalizado, donde la vigilancia virtual invade todos los ámbitos de la vida y en el que personas anónimas manipulan decisiones cruciales a través de rumores difundidos por internet. Biopolítica, sexo virtual, luchas religiosas, hackers humanitarios, mafiosos en busca de nuevos cuerpos y una mujer que atraviesa estos desafíos en pos de un ideal de salud pública, y con la ayuda y el impulso de un amor nada convencional.
«Respecto al futuro, te digo
como escritora de libros basados en hechos reales,
más allá del tiempo que lleve,
esta epidemia va a pasar
y nos va a dejar más pobres,
pero con más conocimiento
sobre cómo enfrentar la próxima.
Lo que hay que hacer es
tomar medidas de contención
para evitar más muerte
y cuando esto pase
prepararse para la próxima».
Roxana Tabakman (Argentina - Brasil): es bióloga, periodista científica y escritora argentina que reside en São Paulo, Brasil. Autora del libro La Salud en los Medios, Medicina para Periodistas, Periodismo para Médicos.
Es co-fundadora y directora de Contenido y Asociaciones de la RedecomCiência (Red brasileña de Periodistas y Comunicadores de Ciencia). Actualmente, escribe para las ediciones en español y portugués de Medscape, líder global en información científica para médicos.
«El avance de las enfermedades dependen mucho de la destrucción del planeta. Cada cuatro meses se calcula que sale un coronavirus de la naturaleza. A veces impacta en los animales y sólo se enteran los biólogos. Pero la destrucción del planeta es lo que está llevando a que las enfermedades se vayan expandiendo, además del cambio climático. Me enteré la semana pasada que hubo un muerto por fiebre amarilla en las playas de Camboriú. Era una enfermedad que estaba en la selva amazónica hace pocos años. La destrucción del medio ambiente está movilizando a los animales que están invadiendo terrenos que antes no invadían. Por ejemplo, el mosquito del dengue está en los barrios de Buenos Aires».
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