miércoles, 12 de junio de 2019

Epicuro Tetrafarmakon / τετραφάρμακον (III): bondades alternativas y...muerte.


Los nuevos tetrafármacos
"Debilitados por la enfermedad, 
nos volvemos vulnerables 
en cuerpo y en alma (mente). 
Así es como se fragua 
el caldo de cultivo 
de las autodenominadas 
medicinas alternativas".


Así es como se fragua el caldo de cultivo de las autodenominadas medicinas alternativas
El terreno está, por tanto, abonado para que estos nuevos gurús que no creen en las enfermedades, sino en los enfermos, que no buscan las causas de la enfermedad sino el desequilibrio energético del organismo, hagan su agosto, en el mejor de los casos. 

Estas nuevas propuestas tratan a sus pacientes con remedios totalmente carentes de principios activos, provocando una sensación de agrado si los enfermos han sustituido un tratamiento convencional y agresivo (quimioterapia, corticoides, antiinflamatorios, etc.), o cuando se trata de dolencias de difícil diagnóstico y marcada ambigüedad (artrosis reumática, asma, ansiedad, depresión, dorsalgia, fibromialgia, lupus, etc.). 
Como además recomiendan, para recuperar el «equilibrio energético», llevar una vida sana, no ingerir sustancias tóxicas ni alcohol, ni tabaco ni excitantes, mantener una dieta equilibrada, tomar muchas infusiones, hacer ejercicio, etc., la mejora de los pacientes tratados es al principio evidente y, aunque hayan tenido que rascarse bastante el bolsillo, son numerosos los testimonios que cuentan parabienes de estas prácticas naturópatas.

Si a ello añadimos el efecto placebo, consistente en la confianza ciega que el enfermo deposita en el supuesto médico benéfico y en los medicamentos recetados, y la remisión espontánea de muchas enfermedades de marcado carácter ambiguo (y a veces no tan ambiguo, las cuentas no les pueden salir mejor a estos mercachifles del mal ajeno. 

El problema comienza cuando no se trata de dolencias genéricas, a veces de marcado carácter psicosomático, sino de verdaderas enfermedades con una etiología patógena bien contrastada, pero de difícil tratamiento, cuando no imposible, tales como el cáncer, las enfermedades genéticas, las inmunológicas, las degenerativas, etc.; en las cuales la suspensión de la agresiva terapia convencional —véase quimioterapia, radioterapia, tratamientos polifarmacológicos, y otros— y su sustitución por agua edulcorada ligeramente gaseada con oxígeno, la imposición de manos energéticas o similares supone, en muchos casos, la muerte trágica, inminente y en ocasiones agónica del paciente en cuestión.


"Ante la muerte, 
las soluciones de la ciencia 
son demasiado prosaicas 
para poder ser consideradas suficientes 
y poder consolarnos. 
Ahí es donde 
se engancha la pseudociencia 
en diversas formas".

Ver anterior:
Epicuro Tetrafarmakon / τετραφάρμακον (II): superstición y miedo

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