El proceso de globalización y el comercio electrónico abren una nueva vía de debate que ya comenzó a gestarse hace algo más de un lustro. En EEUU la venta online de algunos medicamentos sin receta médica es una realidad desde hace al menos dos o tres años. De hecho Amazon presentó el pasado año la línea de medicamentos libre Basic Care con productos como omeprazol, ibuprofeno o miconazol. En España no ocurre lo mismo.
Existen ciertos impedimentos legales que hacen casi imposible en Europa y mucho menos en España, con una normativa más restrictiva, la venta de medicamentos online en páginas web y/o comercios online.
La Ley 10/2013 de 24 de Julio es taxativa al respecto ya que indica que está prohibida la venta, tanto por correspondencia como por procedimientos telemáticos, de medicamentos y productos sanitarios sujetos a prescripción médica. Deja a la normativa de desarrollo los requisitos que regularán la venta a distancia de los medicamentos no sujetos a prescripción médica.
En este sentido el Real Decreto 870/2013 del 8 de Octubre que regula la venta a distancia al público mediante sitios web de medicamentos no sujetos a prescripción médica, indica que sólo se podrá vender al público a través de aquellos que pertenezcan a oficinas de farmacia. Ahora bien, no se podrán vender los preparados oficiales ni las fórmulas magistrales que se realicen en la propia farmacia.
Además, las oficinas de farmacia que deseen iniciar la actividad de venta online deberán comunicar a las autoridades competentes de cada comunidad la ubicación 15 días antes de iniciar dicha actividad. Todo ello por los canales y las vías que ya conocen las propias farmacias.
Es decir, mientras que en EEUU se permite la distribución y venta de medicamentos considerados como de venta libre a empresas no farmacéuticas como Amazon, en España sólo se permite a las farmacias u oficinas de farmacia la venta y distribución de los mismos. No hay resquicio legal para que otro tipo de páginas web puedan comercializarlos.
En conclusión, estas son medidas orientadas a la protección del consumidor que pretenden asegurar a través de controles muy estrictos que tanto la distribución como la venta de estos medicamentos siguen una trazabilidad por los canales sanitarios más seguros. Y, por supuesto, que no exista un mercado fraudulento alternativo de los mismos.
Ver:
La sombra de Amazón llega a la farmacia...
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