Todos los medicamentos son productos, pero no todos los productos son medicamentos. Los productos homeopáticos quieren ser llamados medicamentos, aunque no curen. Con ese nombre se regulan ahora en España para cumplir con una directiva europea que así considera a esas pastillas de sacarosa o lactosa, muchas veces sin más. Hay directivas así: pregúntele a su chocolate de confianza qué tal anda de cacao.
Hace 13 años que la revista médica "The Lancet" propuso -después de dos siglos de homeopatía- dejar de perder tiempo y dinero en investigar si los productos homeopáticos tienen algún efecto sanador superior a los placebos porque no lo tienen.
Ver.
Homeopatia...un placebo y caro.
Hay quejas de que estos productos, que no son medicamentos, se vendan en farmacias. Bueno, hace tiempo que las farmacias venden alta cosmética que, salvo por la fotoprotección y la hidratación, no tiene la eficacia que promete y no quita las arrugas en siete días ni en siete frascos y eso está científicamente demostrado. La cosmética contiene tanta ciencia como la astrología por eso la anuncian las estrellas y por eso tiene precios astrológicos.
Esos productos no curan, aunque se llamen medicamentos. Hasta la Ministra lo dice. No gaste en esperanza infundada en cápsulas. Hágase su propio placebo y siéntase bien pensando que, si no tiene salud, por lo menos retiene el dinero. Del amor, allá cada uno.
Javier Cuervo/LNE (Asturias) 02.05.2018
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