La homeopatía, descalificada desde un punto de vista científico por no haber sido capaz de demostrar su eficacia terapéutica, oferta una serie de preparados (llamados diluciones) por los que de forma general sus principios activos (cepas madre) se diluyen o trituran de forma repetida en agua, sacarosa, lactosa o alcohol hasta su práctica desaparición.
Esa ausencia material del principio activo es una de las principales críticas junto a la incapacidad de explicar el funcionamiento de las diluciones a partir del conocimiento científico hasta ahora validado.
Cerca de 15.000 farmacias que la venden, 10.000 médicos que la prescriben, 15 millones de españoles que la han tomado en alguna ocasión y un 82 % de usuarios "satisfechos o muy satisfechos".
Son mantras que desde hace años se repiten en el sector para defender y promover el uso de los preparados homeopáticos en España.
La Asamblea Nacional de Homeopatía (ANH), entidad que agrupa a las asociaciones homeopáticas más importantes del país, todavía esgrime estas cifras en respuesta a las consultas de EL MUNDO.(...)
"Hay mucho timo, mucho engaño"
En su último barómetro, el CIS preguntaba a los encuestados por veinte "tratamientos o prácticas relacionadas con la salud".
Si habían oído hablar de cada una de ellas o si sabían, más o menos, en qué consistían, fueron algunas de las cuestiones planteadas.
Así, un 66,5 % conoce la existencia de la homeopatía, "aunque solo sea porque le suena el nombre", y un 51 % sabe en qué consiste.
El análisis del estudio permite esbozar un perfil del consumidor de estos productos: hay más mujeres que hombres, predominan los individuos con estudios universitarios o de formación profesional y su uso es mayor entre quienes se consideran de izquierdas.
Ahí está el caso de quienes afirman haber votado a Unidos Podemos en las últimas elecciones generales, con un porcentaje de consumo superior al de la media española.
Cuando se ahonda en las causas por las que se rechaza cualquiera de estas prácticas sin evidencia terapéutica, el 39% de la población dice no tener interés o necesidad y un 32 % asegura que "no sirven para nada" o consideran que "hay mucho timo, mucho engaño".
La pseudociencia menos valorada
¿Y qué hay de los resultados?
Preguntados por el nivel de satisfacción con cada uno de los tratamientos o terapias usados en el último año, los usuarios de medicamentos homeopáticos los calificaban con un 6,86 en una escala del 0 al 10.
Obtiene la puntuación más baja de todo el estudio, en el que se evalúa el uso de diversos tratamientos sin evidencia científica como la acupuntura, la musicoterapia, la sanación espiritual, las terapias florales o los imanes.
Hay otro estudio, también del CIS, que abunda en la escasa penetración de los gránulos homeopáticos y que cuestiona el retrato idílico de los profesionales.
Realizado en 2016, se centró en la percepción social del dolor. Solo el 2,6 % (equivalente a un millón de personas) mencionó la homeopatía como alguno de los "métodos, remedios o tratamientos" usados para tratar el dolor en su sentido más amplio (físico, psíquico e incluso emocional).
Los resultados económicos de los tres laboratorios que dominan el mercado nacional van en la misma dirección y desdicen el mensaje del crecimiento de la homeopatía.
En los cuatro últimos años, la facturación de Boiron España ha caído casi un 30 %, según los datos del Registro Mercantil. Mientras que los ingresos eran superiores a 25 millones de euros en 2014, la cuantía no llegó a 18 millones en el último ejercicio, tal y como reflejan las cuentas consolidadas del grupo presentadas hace pocos días.
Desde 2014, las filiales españolas de Boiron y de las alemanas Heel y DHU pasaron de facturar 51 millones de euros a 43 millones en 2016, último año con datos disponibles para las tres compañías.(Más)
Ver anterior:
La otra gran mentira de la homeopatía (I)
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