viernes, 23 de marzo de 2018

Ratón de biblioteca: Oleadas de esperanza / Carlos Lens

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"...una novela que supone un recorrido histórico por “aquellos hombres y mujeres que en el contexto de la posguerra española fueron capaces de llevar a cabo una revolución científica en el ámbito farmacéutico”


La Libreria Isabel Coixet


"Los antibióticos nos hacen iguales(...) 
Mejor dicho, demuestran 
que todos los hombres y mujeres 
somos iguales. 
Del mismo modo que los microbios 
no distinguen entre razas ni credos, 
esas moléculas que nos han unido tampoco distinguen el color 
de la piel de los pacientes. 
Nos hacen iguales"

La investigación y desarrollo de fármacos antiinfecciosos constituye el gran desafío de la farmacología del siglo XX. Al principio los avances fueron escasos y muy difíciles, por lo que se galardonó con el Premio Nobel a los primeros científicos que dieron pasos significativos, como Paul Ehrlich, Gerhard Domagk, Alexander Fleming y Selman Waksman. 

El trabajo de estos grandes científicos se desarrolló en circunstancias muy difíciles. Poco conocimiento, recursos más que limitados y dos guerras mundiales que produjeron estancamiento y, en muchos casos, detención de la actividad investigadora.

 
Sólo en Estados Unidos se registró una potente iniciativa gubernamental para impulsar los procesos de I+D y, de este modo, hacer que la penicilina empezase a estar disponible. 

En este entorno, un médico español trabaja intensamente en el desarrollo de los primeros antibióticos.

"Oleadas de Esperanza", una novela que supone un recorrido histórico por “aquellos hombres y mujeres que en el contexto de la posguerra española fueron capaces de llevar a cabo una revolución científica en el ámbito farmacéutico

Entrañable para mi...

-La referencia histórica al descubrimiento (1947) de Cloranfenicol (Parke Davis&Co hoy Pfizer) en Venezuela, país al que quiero y donde inicié camino en la industria farmacéutica.
Aislado en 1947 de una muestra de tierra obtenida por el científico y médico venezolano Enrique Tejera Guevara
A fines del mismo año se utilizó la escasa reserva del fármaco que se disponía para tratar un brote de tifus endémico en Bolivia y se obtuvieron resultados impresionantes. 
El mérito, sin embargo, se lo atribuyen y llevan Ehrlich y Burkholder

-Semisíntesis de la Penicilina V en Kundl, Austria (1951), en los laboratorios de Sandoz (mi "compañía" muchos años (30) de trabajo), por Hans Margreiter and Ernst Brandl.

-La referencia a Tobramicina (1967) atribuid@ a Novartis...Aunque  bueno es precisar que con esa identidad corporativa la compañía no aparece sino hacia mediados de década en los 90´s. Sería también Sandoz...

Nota: En un compendio de información profusa como reune éste libro echamos en falta un indice de nombres y referencias...

Ver también:
Cazadores de microbios en Venezuela
Once a beer brewery, now maker of Penicillin V 

Gracias a Reig Jofre por editar y permitirnos acceder esta "joya" que pasa a ocupar lugar destacado en la biblioteca de "PHARMACOSERÍAS / #CasaMaza

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