viernes, 9 de octubre de 2015

Ratón de biblioteca: Arenas movedizas / Henning Mankell*




“He oído cantar al mirlo, 
luego he vivido" 
H. Mankell

Biblioteca pública Estocolmo

Arenas movedizas es...

 Tras el diagnóstico, que fue para Mankell un "descenso a los infiernos", el escritor supo que quería escribir sobre su enfermedad, primero en artículos periodísticos y posteriormente en este libro en el que va intercalando recuerdos con sus pensamientos sobre la muerte, el miedo, la esperanza, las creencias pero, sobre todo, sobre la vida. Desde el principio que su escritura sobre su experiencia era desde la perspectiva de la vida, no de la muerte. 

Recuerda la "certeza paralizante" de saber que tenía una enfermedad grave e incurable y el período de diez días y diez noches en el que intentó "no quedar paralizado por el miedo que amenazaba con destruir" toda su capacidad de resistencia. Mankell se refiere a su "lucha silenciosa para sobrevivir a las arenas movedizas" que eran "el agujero infernal del que, a la postre" consiguió librarse. 

 Tras superar el impulso de rendirse, comenzó a leer libros sobre arenas movedizas y descubrió así que el relato sobre esas masas de arena capaces de arrastrar consigo a un hombre y matarlo es un mito: "Todas esas historias que se cuentan y lo que describen son una invención". 

 Los libros se convirtieron en la mejor herramienta ante el "golpe mortal" que supuso conocer el diagnóstico de cáncer: "Coger un libro y perderme en el texto en los momentos difíciles ha sido siempre un modo de buscar alivio", explica Mankell en su obra. Junto a los libros, la fotografía de obras de arte y la música fueron sus vías para apartar la vista de la enfermedad, relata el autor. Unos momentos de "caos emocional" en los que recordaba la niñez hasta que se percató de que la memoria es lo que le ayudaría a comprender y a encontrar un punto de partida para enfrentarse a esa "catástrofe" (Más)

Falleció hace pocos días...


"Porque Mankell, tan distinto a su criatura en tantos aspectos, se parecía a su inspector de ficción en algo fundamental: la certidumbre, corroborada día tras día, de que la humanidad es una mierda y el mundo un lugar horrible que no tiene arreglo, pero donde a pesar de todo hay que seguir en pie, sin desfallecer y sin arrojar la toalla; levantarse después de cada golpe y seguir adelante, sin desesperación y sin esperanza. Y lo hizo no tanto libro a libro, línea a línea, testificando en cada una de sus novelas la autopsia de la sociedad del bienestar, como luchando en primera línea de fuego -es decir, en el continente africano- contra la enfermedad, la ignorancia y la injusticia. Por eso fundó una editorial para traducir a escritores africanos y árabes casi desconocidos; por eso creó e impulsó el teatro Avenida en Maputo, la capital de Mozambique; por eso nunca dejó de alertar y financiar campañas contra el SIDA infantil en África". (Más)

(*) Henning Mankell (Estocolmo, 1948-Göteborg, 2015) es conocido en todo el mundo por su serie de novelas policiacas protagonizadas por el célebre inspector Kurt Wallander, traducidas a cuarenta y dos idiomas, aclamadas por el público, merecedoras de numerosos galardones y adaptadas al cine y la televisión. 

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