Una vidriera de un centro comercial de Caracas desató la polémica. Sus maniquíes llaman la atención y no por sus prendas o por su delgadez, como ocurre a veces en diferentes países, si no por aparentar ser adolescentes “embarazadas” con uniforme escolar.
Dos niños y tres niñas en avanzado estado de gestación comparten la vidriera vestidos con la camisa azul que identifica a los estudiantes de 12 a 15 años en Venezuela. El espacio simula un aula con pupitres y pizarra. Todo muy propio de colegio menos el volumen de las jovencitas.
En “Construyendo futuros” llevan tiempo dedicados a dictar talleres,en zonas desfavorecidas del país, sobre salud sexual para jóvenes y padres. Les hacen tomar conciencia sobre cómo puede cambiarle la vida a una adolescente cuando se queda embarazada.
Cohen observa que la idea la tomaron de la también organización sin fines de lucro “One for One Coimbra” y que desde entonces, pensaron en aplicarla a su programa en Venezuela por ser, dice, “algo tan sencillo (…) tan fácil de montar” y que, añade, “pueda llamar tanto la atención”.
Junto al escaparate estrella hay otro donde el equipo de Cohen informa, en mayúsculas y en diferentes colores, sobre datos concretos de embarazos en adolescentes. Un ejemplo: “en Venezuela cada 3 minutos queda embarazada 1 adolescente de menos de 18 años”. Otro demoledor: “Una madre prematura no podrá continuar sus estudios y así interrumpe su desarrollo natural”.(Más)
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