La ley norteamericana del soplón (whistlerblower)
permite captar a los arrepentidos que estén dispuestos a cantar contra
sus empresas a cambio de una participación en las indemnizaciones que
salgan del caso. Parece un mejor incentivo que apelar a la ética de esas
fuentes, y está funcionando muy bien.
Javier Sampedro / Será por dinero EL PAIS
Asi fué en ocasiones anteriores. James Wetta, ex-representante de AstraZéneca resultó "favorecido" con $45 mio (a repartir) por sus denuncias. Lo mismo John Kopchinsky (ex-Pfizer) con $50 mio.
Ahora, según sentencia condenatoria a J&J:
"The sum includes $112 million for whistleblowers in
Pennsylvania, nearly $28 million in Massachusetts, and $28 million in
California, the Justice Department said."
El "whistleblower"* puede llegar a recibir entre un 15 y un 30% de lo recuperado según la sentencia.
El record en recompensa lo lleva el ex-banquero (UBS) Bradley Birkenfeld con $104 mio en 2009
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