viernes, 3 de abril de 2009

Ratón de biblioteca: Nación PROZAC











Nación Prozac.
Elizabeth despertaba a diario sabiendo que cada hora traería un vendaval de dolor y angustia. Por eso convirtió el sexo en un acto desesperado con que conjurar el vacío, el amor en una obsesión abocada al fracaso y las drogas y el alcohol en una búsqueda vana de placer. La puerta de salida del infierno de Elizabeth tenía un nombre: Prozac, el fármaco que simbolizó la panacea en los años 90. Merced a esa sustancia, muchas personas recuperaron el deseo de vivir, pero su uso se tornó muy polémico. Elizabeth Wurtzel, periodista de la revista Rolling Stone, expone aquí el horror de su propia existencia. Pero Nación Prozac supera el relato autobiográfico para convertirse en un informe generacional que nos habla de hombres y mujeres jóvenes que han alcanzado la madurez inmersos en la cultura del divorcio, la inestabilidad económica y el sida.


Del libro este texto:

"Y sin embargo no consigo quitarme de encima la comezón que siento cada vez que subo en un autobús lleno de gente, en el que todos los viajeros, salvo el conductor,van de Prozac. No me quito de encima la sensación de que tras años y años de intentar que la gente se tome en serio la depresión, tras años de decir a todo el mundo que tengo una enfermedad, que necesito ayuda, ahora todo haya ido mucho más allá del límite de reconocimiento, de la realidad de un problema, para convertirse en algo que parece absolutamente trivial. Uno de los momentos más siniestros que he vivido fué el descubrimiento de que seis millones de norteamericanos habian tomado Prozac. Como judia, siempre había relacionado esa cifra tan concreta con algo radicalmente distinto. ¿Cómo iba yo a reinterpretar esos seis millones, como iba a relacionarlo con algo totalmente diferente, siendo una estadística que debiera ser espeluznante, pero que más bien parecía ridícula?"

Foto: Prestada de Babilonia Libros

1 comentario:

cristobal dijo...

Vivimos en una sociedad - me refiero al primer mundo - en la que "algo pasa". Una sociedad opulenta -a pesar de la crisis - pero profundamente insatisfecha consigo misma. Existe un gran sentimiento de vacío, a nivel social y personal.

Desde luego, "la nación prozac" es para mi una consecuencia de lo que digo. Pero no sólo prozac: en algún estudio en que he participado, buscando variables de los participantes, he encontrado que hasta el 40% de la población atendida en un centro de atención primaria toma algún psicofármaco (por motivos no relacionados con el estudio).

Algo nos pasa.

Un saludo.