El rey Carlos III de Inglaterra nombró, como jefe médico de la Casa Real británica, a un médico defensor de la homeopatía. Según ha publicado ‘The Sunday Times’ el profesional, que ya tenía una estrecha relación con el monarca, ha ocupado el puesto desde la muerte de la reina Isabel II, en el mes de septiembre de 2022.
De esta manera Michael Dixon, de 71 años y que prácticamente estaba retirado, ocupó el puesto en el palacio de Buckingham. Según explica el dominical inglés, el médico es presidente del Colegio de Medicina, una organización que defiende tanto la homeopatía como la medicina alternativa. Además, Dixon ha expresado que está a favor del uso de fármacos elaborados con hierbas.
El médico, que ha trabajado casi 50 años en el Sistema de Salud Británico (NHS, en sus siglas en inglés) explica que cambió su visión de la medicina cuando conoció a una curandera cristiana, que “ayudó” con las dolencias de un paciente solo posicionando las manos sobre este. Dixon ha llegado a escribir un estudio en el que afirma que los curanderos cristianos “aunque estén pasados de moda, pueden ayudar a los enfermos crónicos”.
Investigación pro-homeopatía
En una de sus investigaciones llegó a afirmar que “los datos existentes indican que los efectos de la homeopatía pueden ser reales”, en relación a un ‘tratamiento’ de hierbas diluidas en alcohol que "podría matar las células cancerosas de mama”.
Según recoge ‘The Guardian’ la decisión del monarca ha sido duramente criticada por académicos y activistas. Por ejemplo Edzard Ernst, profesor emérito de la Universidad de Exeter, que ha centrado su trabajo en desacreditar la medicina alternativa, ha asegurado que, “cualquiera que promueva la homeopatía está socavando la medicina basada en evidencia y el pensamiento racional” y que además esto “no solo debilita su sistema de salud, sino que hace daño general a la sociedad”.
Voces críticas con el nombramiento
“Hemos demostrado que la homeopatía no es una terapia eficaz, lo que hoy se ha convertido en un consenso aceptado”, recuerda el profesor. Otras voces, como la del presidente de la ‘The Good Thinking Society’, ha asegurado al rotativo británico que “el papel de la monarquía no puede ser defender causas que van en contra de la evidencia existente”.
Por su parte, desde el palacio de Buckingham han defendido el nombramiento de Dixon y argumentado que "su posición es que las terapias complementarias pueden coexistir con los tratamientos convencionales, siempre que sean seguras, apropiadas y estén basadas en evidencia".
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