AseBio lanza(ó) la campaña #VidaAlaBiotecnología para sensibilizar sobre la relevancia del sector y su alto valor innovador y estratégico
Barcelona acoge(ió) la nueva edición de BIOSPAIN, uno de los mayores eventos internacionales de la biotecnología del sur de Europa, que organiza la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) en colaboración con Biocat, Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. El congreso es el escenario en el que AseBio, presentará(ó) #VidaAlaBiotecnología a los más de 1.700 profesionales de más de 30 países y más de 100 inversores que se esperan en esta edición de 2023.
La iniciativa de AseBio tiene como objetivo concienciar y sensibilizar sobre la relevancia de la biotecnología en la sociedad, destacando la importancia de seguir invirtiendo en el sector para revitalizar la economía española. Esto pasa por construir un nuevo modelo productivo más sostenible y resiliente ante los grandes desafíos sociales y medioambientales a los que se enfrenta Europa.
La pandemia provocada por la Covid-19 junto con la guerra en Ucrania y la crisis climática han mostrado dependencias estratégicas en cadenas de suministro claves. Ana Polanco presidenta de AseBio señala como “la biotecnología está protagonizando grandes disrupciones con un gran impacto en la salud, la alimentación y la sostenibilidad del planeta”, por eso añade que “la apuesta como país por industrias estratégicas como la biotecnológica, no puede ser una cuestión a debate en la construcción de un futuro más resiliente”.
Un sector estratégico para Europa
Las inversiones en I+D+i han permitido al sector biotecnológico dar respuesta a grandes retos como el descubrimiento de nuevos fármacos, la lucha contra la resistencia de antibióticos o el desarrollo de vacunas, entre muchos otros. En la salud de las personas, la biotecnología está detrás del 68% de los fármacos actualmente en desarrollo y en los últimos años ha liderado la lucha contra el cáncer con avances en medicina de precisión y terapias avanzadas.
Asimismo, además de tener un potencial catalizador para la mejora de la salud de las personas, la biotecnología también tiene un efecto transformador y un impacto significativo en la agricultura y alimentación, así como en la reducción de las emisiones de carbono, la transición verde de la industria y el desarrollo de opciones, soluciones y procesos más sostenibles.
En España, la industria biotecnológica destaca como un sector clave para dinamizar un modelo productivo intensivo en I+D, contribuir a la autonomía estratégica europea frente dependencias en las cadenas de suministro en áreas clave como la sanitaria, la alimentaria o la energética, y liderar avances científicos y tecnológicos de vanguardia.
Además, España destaca por ser la novena potencia mundial en producción de conocimiento científico en biotecnología. El compromiso de las compañías biotecnológicas con la ciencia y la innovación se ha visto reflejado en un aumento de su inversión en I+D en un 16% hasta alcanzar los 1.038 millones de euros este año, lo que ha convertido al sector en la industria más intensiva en contratación de investigadores.
Los datos del Informe AseBio 20/21 muestran un crecimiento estable en el número de compañías biotecnológicas, lo que ha aumentado su representación en el panorama empresarial español. Este crecimiento ha generado un impacto económico significativo.
El sector biotecnológico aporta aproximadamente el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, generando más de 11.000 millones de euros en renta y aportando un impacto a través de la recaudación fiscal de más de 4.500 millones de euros al Estado del Bienestar.
Una llamada a la acción
La iniciativa #VidaAlaBiotecnología defiende a la industria biotecnológica como un pilar fundamental en la tracción y dinamización de la economía española y europea, gracias a la capacidad de generar valor añadido, impulsar el crecimiento y crear empleo altamente cualificado.
Según Ion Arocena, director general de Asebio, “el camino hacia la autonomía estratégica de Europa pasa por aprovechar todo el potencial científico y tecnológico que nos ofrece la biotecnología. En el caso de España, es necesario reconocer la industria biotecnológica como un sector clave, así como desarrollar instrumentos específicos que aceleren la llegada al mercado de las innovaciones. Un objetivo que requiere una regulación acorde con la naturaleza y el impacto social y económico que tiene la biotecnología. Además, es crucial el fomento de la I+D mediante modelos colaborativos e incentivos que estimulen la inversión en las innovaciones disruptivas que genera la biotecnología”.
Estos son algunos de los puntos principales que recoge el Compromiso de la campaña, entre otras propuestas que han de permitir el crecimiento, consolidación y maximización del potencial de la industria biotecnológica española.
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