domingo, 11 de junio de 2023

Ibn al-Baytar


 

Abū Muḥammad ‘Abd Allāh Ibn al-Bayḍār nació en Málaga, en el seno de una familia de grandes tradicionistas y expertos en cuestiones jurídicas. Su propio padre, Abū l-’Abbās (m. 630/1233), fue un gran alfaquí y buen conocedor de los procesos judiciales. Así pues, la formación de nuestro autor comenzó con el estudio de las ciencias tradicionales: religión y jurisprudencia, aunque pronto se apartó de los intereses familiares para dedicarse a las ciencias de la naturaleza, preocupado por todo lo que se refería a plantas, minerales y animales. Sus inquietudes tenían dos vertientes: la primera, conocer lo que otros autores habían dicho sobre estos temas y, la segunda, comprobar si esas informaciones se correspondían con la realidad. Para cumplir el primer objetivo se dedicó a estudiar las obras de los grandes sabios (griegos, persas, siriacos, indios, caldeos y árabes, orientales y andalusíes) que le habían precedido o eran contemporáneos suyos: Dioscórides, Galeno, Aristóteles, Avicena, al-Rāzī, Ibn Māsawayh, Abū Ḥanīfa al-Dīnawarī, al-Zahrāwī, Ibn Wāfid, al-Gāfiqī, al-Ḥarīf al-Idrīsī, Ibn al-’Awwām, Abū l-’Abbās al-Nabātī, etc. Para llevar a cabo el segundo, efectuó trabajos de campo: herborizaciones y análisis de los lugares donde los elementos existían, así como entrevistas personales -tanto a expertos en el tema, como a curanderos, simples campesinos, etc.- para comprobar si las denominaciones, descripciones morfológicas y terapéuticas, entre otras, eran correctas. Todos esos detalles, junto con sus conclusiones y opiniones, son los que componen sus obras que, por otro lado, constituyen la principal fuente de información de que disponemos sobre su vida.

Entre sus maestros se encuentran, según sus propias declaraciones: Abū l-’Abbās al-Nabātī, Ibn ḤaŶŶāŶ al-Išbīlī y ‘Abd Allāh b. Ṣāliḥ al-Kuttāmī. El primero de ellos es el gran botánico sevillano -más conocido como Ibn al-Rūmiyya- (m. 637/1239), autor del Kitāb al-Riḥla (Libro del Viaje), en el que están recogidas todas las experiencias que Abū l-’Abbās vivió en el Norte de África y Oriente, entre los años 612/1215 y 614/1217, lo que situaría a Ibn al-Bayḍār en Sevilla antes y después de esa fecha, puesto que conocía las herborizaciones realizadas por su maestro en el viaje. Del segundo de ellos no tenemos noticias, Ibn al-Bayḍār habla de él una sola vez en el Kitāb al-Ŷāmi’, para declarar que fue su maestro, pero no hay citas suyas, ni le se conoce actividad alguna, lo que nos lleva a pensar que el nombre debe estar mal escrito y se ha leído Ibn ḤaŶŶāŶ en vez de Abū ḤaŶŶāŶ, a quien podríamos identificar con Abū ḤaŶŶāŶ Yūsuf Ibn Mūrāḍīr (m. 617/1220), excelente médico de origen valenciano que estuvo al servicio de los sultanes almohades, lo que situaría a Ibn al-Bayḍār en Marrakex antes de 617/1220. El tercero de sus maestros es Abū Muḥammad ‘Abd Allāh b. Ṣāliḥ al-Kuttāmī, médico andalusí emigrado al Norte de África (Marrakex, Fez) y experto conocedor de las plantas a quien el propio Ibn al-Bayḍār da el sobrenombre de al-’Aššāb (el botánico).

Así pues, Ibn al-Bayḍār, después de herborizar por algunas de las ciudades andaluzas (Málaga, Granada, Sevilla) y animado por las experiencias de su maestro Abū l-’Abbās, decidió emprender el camino hacia tierras orientales. Comenzó por el Norte de África (c. 616/1219), donde permaneció varios años estudiando con sus otros dos maestros y dedicándose a herborizar por todo el Magreb (Marrakex, Bugía (1220), Constantina, Túnez, Trípoli, Barca). Después visitó Grecia (Sicilia), Asia Menor (Antioquía) y Oriente Medio (Armenia, Libano, Iraq, Arabia), estableciéndose en El Cairo, donde fue acogido por el sultán ayyubí al-Malik al-Kāmil Naṣr al-Dīn Muḥammad b. Abī Bakr (615/1218-635/1237), quien lo nombró jefe de los botánicos y farmacéuticos de toda la región. En 633/1235, se trasladó a Damasco, acompañando a al-Malik al-Kāmil que debía hacerse cargo del gobierno de Siria y, a partir de esa fecha, su vida transcurrió entre estos dos países ya que, a la muerte de al-Kāmil, continuó al servicio de su hijo al-Malik al-Ṣāliḥ NaŶm al-Dīn Ayyūb (m. 647/1249) y siguió disfrutando de los mismos privilegios que en la etapa anterior.

Ibn al-Bayḍār, además de sus actividades como botánico y farmacólogo real, se dedicó a herborizar por todas las comarcas egipcias y sirias, y se relacionó con personajes destacados del mundo de las ciencias que -según él mismo cuenta- le proporcionaron valiosas informaciones: en Bagdad, estuvo con Abū ‘Alī TāŶ al-Dīn al-Bulgārī (m. a. 640/ 1242) y en Egipto, con Abū l-FaraŶ ‘Abd al-Laḍīf al-Ḥarrānī (m. 672/1273) y Nafīs al-Dīn Hibat Allāh Ibn al-Zubayr (m. 636/1238), entre otros.

Ibn al-Bayḍār murió de repente en Damasco en 646/1248, tras haber ingerido una planta venenosa.

Compuso numerosas obras sobre farmacología aunque no hay certeza de que sean suyas todas las que se le han atribuido, ni siquiera de que esas obras hayan existido realmente, a veces no son nada más que variantes de un mismo título o títulos diferentes para referirse a una misma composición. Hay tres obras de las que no existe ninguna duda ya que son mencionadas por el propio Ibn al-Bayḍār en su Kitāb al-Ŷāmi’: se trata del Kitāb al-Ibāna y del Kitāb al-Mugnī.

El Kitāb al-Ibāna fue escrito -tal como indican su título y el propio autor- para completar las carencias y corregir los errores del MinhāŶ al-bayān de Ibn Yazla (m. 493/1100); se ocupa sólo de los simples referidos a las plantas y su finalidad es introducir numerosos términos técnicos a partir del griego, latín (lengua vulgar de al-Andalus), beréber, siriaco, persa, turco e indio. Ésta es una de las obras que su discípulo Ibn Abī Uṣaybi’a estudió en Damasco directamente con él (633/1235) y estaba dedicada a su protector al-Malik al-Kāmil. Fue compuesta entre 622/1226 y 633/1235.


El Kitāb al-Mugnī es una colección de medicamentos simples ordenada alifáticamente y dividida en veinte capítulos, clasificados según los órganos doloridos. El tratado es de suma importancia para el estudio de la terapéutica y, en ocasiones, también incluye algunas descripciones botánicas. Fue compuesto a instancias de su segundo protector, al-Malik al-Ṣāliḥ, en torno al año 636/1238.

El Kitāb al-Ŷāmi’ es un diccionario de medicamentos simples (vegetales, animales y minerales) ordenado alifáticamente, en el que el autor está más interesado por la lingüística, la botánica y la ecología que por las cuestiones meramente médicas; entre sus objetivos principales —además de introducir términos técnicos nuevos: griegos, latinos (andalusíes), beréberes, siriacos, persas, turcos e indios— está la recopilación de información a partir de autores y obras especializados en la materia. Este tratado es uno de los mayores y mejores que se han compuesto sobre el tema, y tuvo una gran trascendencia entre los autores de todos los tiempos. Otro de sus valores fundamentales es que, al recoger citas textuales de más de un centenar de autores —algunas veces en primera persona— ha permitido conservar obras perdidas. Está también dedicado a al-Malik al-Ṣāliḥ aunque fue escrito con posterioridad al anterior, en la etapa final de su vida, después del año 640/1242. 

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