Estamos en 1.898. Sólo 11 días después de lanzar al mercado la conocida Aspirina, los laboratorios Bayer empiezan a comercializar un nuevo y revolucionario producto: Heroína.
El nombre Heroin, deriva del término heroisch, que en alemán significa heroico, pues así es como dijeron sentirse quienes probaron la sustancia durante los estudios previos a su comercialización: como héroes.
Los anuncios a nivel mundial aseguran que, "al revés que la morfina”, la nueva sustancia produce un aumento de la actividad y hace desaparecer todo tipo de tos.
A principios de 1900, algunas sociedades filantrópicas de EEUU llegan a distribuir muestras gratuitas de heroína vía correo para los adictos a la morfina que desean rehabilitarse. En España, Bayer aprovecha el invierno de 1912 para lanzar una intensa campaña de publicidad de su “jarabe de heroína”.
Después de haber sido aprobada por la American Medical Association, Bayer vende la heroína como eficaz e inocuo sustitutivo de la morfina, lo cual es absolutamente erróneo, pues se trata de una droga altamente adictiva. El proceso de transformación de la sustancia en el hígado da la clave del asunto: la heroína vuelve a convertirse en morfina dentro del cuerpo.
En 1913 Bayer detuvo la producción de heroína y borró todo este embarazoso asunto de sus archivos. De hecho, si haces una búsqueda en su web (http://www.bayer.com/) utilizando la palabra clave “heroin” obtendrás exactamente cero resultados.
Tomado del Blog "Coscorrón de razón"