sábado, 15 de enero de 2022

Isla de Pascua...en ruta hacia la "Vía TOR"

 


En 1974 se descubría el sirolimus, un fungicida producido por una bacteria aislada de una muestra de suelo de la Isla de Pascua. El sirolimus, también conocido como rapamicina, fue utilizado posteriormente en el tratamiento de diferentes enfermedades por su acción antimitótica. 

Luego de 20 años se descubre una proteína que se asociaba al complejo rapamicina-receptor y este mecanismo regula diferentes vías de señalización intracelular. (Ver)


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Todo sobre rapamicina en PHARMACOSERÍAS

En 1965, un grupo de investigadores canadienses buscaban en la Isla de Pascua un fármaco para tratar infecciones fúngicas. Así dieron con la rapamicina, un compuesto dentro de una bacteria que inhibe el crecimiento de los hongos. Sin embargo, al tratarla en el laboratorio, observaron que tenía un efecto secundario no deseado: suprimía el sistema inmunológico. 


«Y eso es lo último que quieres hacer cuando tienes un paciente con infección», explica Michael Hall, uno de los biólogos moleculares más importantes en su campo y ganador, junto con David Sabatini, del premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Biología y Biomedicina 2020

«Por eso en un principio se rechazó. Pero años más tarde, los cirujanos vieron que podían usar este medicamento para controlar el sistema inmunológico en los trasplantes, y comenzó una revolución en la que ha participado Hall. Este científico descubrió que la rapamicina estaba relacionada con los mecanismos moleculares que regulan el crecimiento de las células, a través de la llamada vía TOR, una ruta que abre la puerta a tratamientos contra enfermedades ligadas al envejecimiento, como el alzhéimer o el cáncer.


¿Qué es exactamente la vía TOR?

—La vía TOR es una vía química fundamental que se encuentra en todos los seres vivos, desde la levadura a los ratones y, por supuesto, los seres humanos. 

La vía mTOR se refiere a los mamíferos (la m es de ‘mammals’). Lo que hace es controlar el crecimiento celular. Es algo así como un interruptor: se activa cuando hay nutrientes. En palabras muy sencillas, lo que hace TOR es activar el crecimiento cuando hay comida. —Además de en trasplantes, ¿qué otras funciones tiene?

—Ahora estamos llevando a cabo experimentos para ver cómo y cuando se corrompe la vía TOR, lo que causa enfermedades asociadas a la vejez. Y en este campo hay muchas cosas que aprender: cómo funciona el cáncer, la diabetes, el envejecimiento…

Usted también es pionero en teorías que apoyan el ayuno y la restricción calórica para promover la longevidad.

—Se ha demostrado que en muchos animales estas dietas restrictivas pueden alargar la vida. Y se ha probado que inoculando rapamicina en levaduras, moscas y ratones se ‘simularía’ el ayuno, porque la vía TOR no se activa y, por tanto, no se activa el crecimiento celular. Mi equipo lo está probando en monos y perros, pero aún no se ha hecho en seres humanos, principalmente porque necesitas mucho tiempo para saber si funciona, si realmente alarga la vida. Para empezar, es necesario que los voluntarios la tomen durante muchos años. Y, ¿quién la va a tomar? ¿En qué dosis? También hay cuestiones éticas involucradas.

Pero es un fármaco que ya se usa en otros tratamientos. ¿Se ha observado algún efecto secundario?

—Todo depende de la dosis, de la célula que esté tratando… Hay muchos factores en juego. Por ejemplo, si hacemos un experimento con un voluntario, ¿qué le damos, una dosis de rapamicina al día? ¿Una dosis mayor cada semana? ¿Cada mes? Hay que probar todas estas cosas y, además, para tener buenas estadísticas habría que probar con mucha gente durante años. Y sería probar un medicamento que, quizá, pueda hacer daño. Es complicado. Existe otro problema añadido: el envejecimiento no es una enfermedad. Y las grandes compañías farmacéuticas no pueden hacerlo porque la ley se lo prohíbe.

Hay un gran debate sobre si el envejecimiento es una enfermedad.

—Muchos científicos quieren que se vuelva a definir el concepto. Lo que sí existe son las llamadas enfermedades asociadas al envejecimiento, como el cáncer y la diabetes. La teoría dice que si puedes tratar el envejecimiento, puedes tratar a la vez todas estas enfermedades. Y así no tendrías que lidiar con cada enfermedad individualmente.

Pero es más fácil a día de hoy tratar el cáncer que el envejecimiento.

—Es cierto. Hay ensayos clínicos para tratar el cáncer con rapamicina. Pero también es cierto que analizando a esos mismos pacientes que lo toman se puede ver si viven más o menos tiempo. El problema es que esas personas tienen cáncer y no se podría comparar con la población control sin esta enfermedad.

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