¿RECUERDAN la polémica sobre las manifestaciones feministas del 8-M? ¿Y los sarcasmos sobre Trump a propósito del Covid? ¿Y las críticas por el retraso de la vacunación en la UE?
Esta es la secuencia de los hechos en boca de Stéphane Bancel, PDG de Moderna, francés de Marsella, entrevistado ayer por Journal du Dimanche.
Primera alerta, un artículo de The Wall St. Journal, Navidad de 2019. «Escribí a Tony Fauci, [inmunólogo y asesor de la Casa Blanca] cuyos equipos trabajaban ya sobre el tema. En enero de 2020, en el Foro de Davos, confirmé la gravedad con información no oficial de China. Cuando confinaron Wuhan y me di cuenta de la cantidad de vuelos hacia Europa y el resto del mundo que despegaban de su aeropuerto internacional tuve la certeza de que el virus estaba ya por todas partes. Dije: ¡Es una pandemia, como en 1918! Al acabar Davos, salté a un avión hacia Washington para reunirme con los responsables americanos y la aventura de la vacuna arrancó. El 2 de marzo estaba en el Despacho Oval con Trump y los jefes de las grandes farmacéuticas. Él, muy agresivo, quería una solución rápida (...) El 16 de marzo comenzó el ensayo clínico».
Trump fue un mal gobernante, cizañero y un payaso. Pero la administración americana hablaba de vacunas mientras nosotros polemizábamos sobre si cabía manifestarse ante la incipiente pandemia.
Vuelvo al relato de Bancel. «EEUU, desde la primavera de 2020, apostó por tres tecnologías, con dos laboratorios seleccionados por plataforma de vacunas, para soslayar un posible fracaso de una empresa. Todos los sábados por la mañana nos reuníamos por zoom con Fauci, el coordinador de la estrategia de vacunación y diez generales para repasar los avances del proyecto».
Entonces, Bance pidió a Europa que hiciera su pedido y avanzara dinero a cuenta: «En vano. Nada cambió antes de firmar el contrato en noviembre». Esta actitud amarrategui de la UE contrastó con la de Suiza, Israel y Canadá. «El primer ministro de Canadá, Trudeau, pagó el 100% de su pedido a la firma del contrato, en verano de 2020».
Uno de la cuadrilla me pide que no haga sangre. Bancel es el jefe de un laboratorio puntero. Y EEUU, el país más poderoso del mundo. Vale. Pero es que el Gobierno español no se entera...
El paseo de la cuadrilla, Iñaki Gil
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