domingo, 29 de diciembre de 2019

Díselo a Cicerón: Homeopatía y...violación


















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Para este tipo resulta difícil reconocer la propia fuerza porque para ellos la cólera es una emoción negativa y motivo de vergüenza. Renuncian constantemente a cualquier tipo de poder y dejan que los demás tomen sus decisiones y elijan por ellos. A menudo tienen la tendencia a pensar que si las cosas no van bien es por su culpa y quedan encallados en situaciones en las que se les trata como un felpudo. En ocasiones se comportan como mártires y aceptan el autosacrificio. Han permitido que se invadan sus propios límites y es posible que interioricen una imagen casi insultante de sí mismos. 

Un sueño típico de este tipo es el sueño de que se caen los dientes, asociando dientes a fuerza vital. En los Staphisagria la fuerza vital se ve gravemente limitada. La energía personal se desvía hacia el interior en forma de resentimiento y frustración. Los niños Staphisagria pueden tener padres estrictos y violentos. Cuando se enojan estos niños suelen salir corriendo con arrebatos violentos de lanzar objetos o romper cosas. También es posible que se masturben prematuramente. 

Esta actitud enfermiza de los Staphisagria tiene consecuencias muy negativas: problemas con la memoria, insomnio, temblores, fatiga física y psíquica. Pueden entrar en importantes depresiones deseando la soledad. Suelen sentir la cabeza presionada sobretodo en el área de la frente. Suelen padecer hipersensibilidad al ruido, a la luz y a los olores. La sexualidad y la masturbación se presentan en proporción directa al grado de represión de sus sentimientos. Pasan mucho tiempo pensando en el sexo y en el caso de los hombres que se masturban demasiado pueden volverse impotentes a pesar de su deseo ardiente. La represión emocional les causa dolores en los huesos, intestinos y articulaciones.





Ver anterior:
 Diselo a Cicerón...: Homeopatía y testículos / Manda güe......


   
"No te será posible decir siempre lo que piensas, pero al menos podrás permanecer en silencio"
 Cicerón

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