Desde hace ya seis años,
la Escuela de Escritores organiza
en espacios públicos
un particular consultorio médico
al que acuden "pacientes"
para ser atendidos por un librólogo/a, un "médico" muy peculiar que,
tras una intensa conversación,
ofrece remedio a sus "dolencias"
en forma de recomendaciones literarias.
Abra la boca, diga “aaaa” y cuénteme, cuénteme…
¿Qué libros le gustan?
¿Es usted más de novela histórica o de poesía social?
¿Le apasiona el álbum ilustrado?
¿El ensayo, quizás?
Muy bien. Y ahora, inspire fuerte, aguante la respiración y expire. ¡Vaya!, parece que le falta un poco de aire ¿No tendrá usted el corazón roto? ¿Tal vez sufre de estrés? ¿O quizás necesita más emociones en su vida? Venga, que ya queda poco para acabar la consulta. Mire fijamente este punto y siga mi dedo con la mirada. ¡Estupendo! Pues ya hemos terminado. Le voy a recetar unos cuantos libros que seguro le gustarán y le ayudarán a sentirse mucho, mucho mejor…
¿Te imaginas ir al médico y que te expida una receta literaria?
Un libro que te ayude a superar el mal de amores, un pequeño bache laboral o que te haga seguir viéndolo todo de color rosa si estás pasando un gran momento. Porque un libro no solo puede ser un buen acompañante para los buenos momentos, sino también un estupendo remedio para muchas cosas, pues hay libros que nos curan el alma (y a veces también el cuerpo). Solo tenemos que encontrar el más indicado para nuestra “dolencia”, el que mejor se adapta a nuestras necesidades y gustos, y aprender a administrar nuestras lecturas.
Con este objetivo, hace ya seis años nació ‘Te receto un libro’, una iniciativa de la Escuela de Escritores en la que un librólogo/a, un “médico” muy peculiar que en este caso se trata de un/a escritor/a, recomienda a una persona anónima que se acerca a su consulta un libro a partir de una conversación en la que hablan sobre cómo se siente, cuál es su situación vital y cuáles son sus gustos literarios. Para ello, este facultativo de la lectura, que como cualquier doctor lleva su bata y su talonario de recetas, escucha atentamente al “paciente-lector” y, una vez valorado el “caso”, le da su diagnóstico en forma de recomendación literaria con la seguridad de que su lectura mitigará las "dolencias" del paciente.
Este particular cuerpo médico, que cuenta además con un equipo de expertos en Librología Pediátrica para atender también las necesidades de niños y adolescentes, suele actuar en la calle, en espacios públicos, esperando que su consulta se llene de pacientes y que ese contacto inesperado con expertos en libros les ayude a encontrar nuevas lecturas o incluso a recuperar las ganas de leer.
Ver:
Todo sobre leer en PHARMACOSERÍAS
Como corroboran muchos estudios científicos, la lectura, entre otros muchos beneficios, favorece la concentración y la empatía, reduce el estrés, alimenta la imaginación y mejora nuestra memoria. Sin duda, leer es el ejercicio más eficaz para nuestro cerebro.
Así que ya saben ¡A LEER! y si es por prescripción médica de algún librólogo/a, mucho mejor. (Más)
Ver:
Ratón de biblioteca en PHARMACOSERÍAS
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