domingo, 26 de agosto de 2018

IV Mykonos: Sueros contra la resaca.

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Es el nuevo servicio que causa furor en la isla de Mykonos: para superar una noche de excesos, nada como inyectarse, a la mañana siguiente, unos sueros especialmente elaborados para paliar los efectos de la resaca. 
Tal y como desvela el diario digital «Proto Thema», dichas soluciones contienen vitaminas -A, B 12, C o D-, así como potasio, magnesio y otros componentes.

Según esta información, el servicio se presta de manera habitual en residencias alquiladas para fiestas, cuyas estancias permanecen cerradas a cal y canto salvo los espacios destinados para la juerga y dos cuartos disponibles para la venta de éxtasis y fugaces encuentros sexuales. Al día siguiente, un servicio adicional de sueros que permite una recuperación más rápida. El precio de la fiesta alcanza los 500 euros y el del suero, 250 euros por persona.

La compañía que sirve el preparado se llama IV Mykonos y su representante, un médico griego residente en la isla y cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato, confirma a ABC que se trata de «terapias intravenosas seguras y eficaces, destinadas a la recuperación de la resaca y a la hidratación». 
El doctor asegura que también recibe peticiones de huéspedes de hoteles y de otras residencias particulares. Su procedimiento es el siguiente: tras una entrevista y anotar el historial médico del cliente, decide qué tratamiento intravenoso necesita. «Yo no participo en la organización de fiestas, tan solo trato a personas deshidratadas, a las que les facilitamos sueros con glucosa y lo que necesiten, según cada caso». Asegura estar indignado con el artículo de «Proto Thema», que considera exagerado.

Los responsables de algunos de los locales de Mykonos se han posicionado en contra de esta nueva moda. Buena parte de ellos piensa que, para sentirse mejor después de los excesos nocturnos, lo mejor es la receta tradicional en la isla: líquidos para combatir la deshidratación, sopa o leche para calmar el estómago, fructosa, sésamo y tahini para acelerar el metabolismo. También proteínas, como huevos y unos embutidos locales, con objeto de reponer fuerzas. Y probióticos como el yogur para restaurar la función digestiva. Es decir, nada como un buen desayuno griego: zumo de naranja, pan fresco con aceite de oliva virgen o tahini, los embutidos locales, queso blanco picante, que es una especialidad de Mykonos; yogur con miel, fruta y almendras, huevos frescos… Al cabo, el habitual remedio de la abuela a sus nietos tras una noche demasiado animada. (Ver)

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