jueves, 3 de mayo de 2018

Hoy es jueves de...Cesar Vallejo. Y debió ser en abril.





“Es un poeta impresionante 
 porque puedes haber leído 
un poema toda la vida 
y, de pronto, lo coges y dices: 
¡Ah, pero si esto estaba aquí!” 




El pasado día 15, se cumplieron 80 años de la muerte de un autor —sus versos lo definen— ante cuyos mayos desarmados capitularon una noche los abriles grana; que se atrevió a decirle a Dios que no sabía ser Dios, y que era el hombre el Dios verdadero; que recordó las cavernas crueles de su ingratitud porque una tarde llovía en Lima y que habría sufrido el mismo dolor que sufría aunque su nombre no fuera César Vallejo. Pero que, casualidades de la vida, se llamaba César Vallejo.


“Me moriré en París con aguacero, / 
un día del cual tengo ya el recuerdo. / 
Me moriré en París —y no me corro— / 
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño. 

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso 
estos versos, los húmeros me he puesto 
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto, 
con todo mi camino, a verme solo. 

César Vallejo ha muerto, le pegaban 
todos sin que él les haga nada; 
le daban duro con un palo y duro 
también con una soga; son testigos 
los días jueves y los huesos húmeros, 
la soledad, la lluvia, los caminos...

César Vallejo entró en la historia el 15 de abril de 1938 en París. Llovía, pero era viernes. Casi acierta. (Más)

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