Ahora que J.L. Sampedro (Barcelona, 1.02.1917-Madrid, 8.04.2013) cumpliría 100 años...
Se conocieron en una camilla de hospital: José Luis Sampedro sufría una infección cardiovascular y Valentín Fuster, director del Instituto de Cardiología del Monte Sinaí (Nueva York), le salvó la vida. Fue el principio de una amistad que ha propiciado el libro 'La ciencia y la vida', en torno a los males de hoy y sus posibles terapias.
P. La primera premisa para la felicidad que establecen en el libro es dominarse a uno mismo para poder dominar el entorno, pero resulta que hoy el mundo domina al individuo y ésta es la principal causa de su estrés: ¿Qué cura o qué prevención recetarían frente a esta angustia?
V.F. Médicamente, la lucha contra el estrés sólo puede conducirse a base de establecer prioridades, lo cual implica en primer lugar una reflexión sobre las propias capacidades. Luego hay que explorar el propio talento para aprender a invertirlo. Lo tercero sería transmitir a la sociedad la parte positiva que uno tiene: dar más que recibir es esencial para la autorrealización. Y por último, en esta terapéutica, estaría la educación. Yo a esto le llamo las cuatro "T": tiempo (para reflexionar), talento (que hay que descubrir), transmitir (positividad) y (dar) tutoría.
J.L.S. Lo suscribo enteramente. Esta es la idea de un educador y yo lo he sido durante mucho tiempo.
V.F. También es la primera lección que yo doy a mis alumnos de Medicina, indistintamente del grado que cursen, porque imparto en diferentes cursos.(Más)
Ver también:
No hay comentarios:
Publicar un comentario