Dos entrevistas (El Mundo/ABC) con motivo del Día contra el cáncer...
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Josep Tabernero, Pte. SEOM |
R.– Los fármacos son demasiados caros. De hecho, muchas sociedades médicas internacionales, como la ESMO, ya están trabajando para favorecer el acceso a las terapias en todo el mundo. La industria tiene unos beneficios que son impresionantes y la manera en que se fijan los precios no es justa. Yo creo que el precio o el reembolso de los fármacos tendría que estar basado en el valor que aporta cada medicamento, porque no hay dinero para todo y no todos los fármacos aportan lo mismo.
P.– ¿Se financian medicamentos con poca utilidad?
R.– El Ministerio está empezando a no recomendar o no aprobar la financiación de ciertos fármacos por el poco valor que aportan. Para mí, lo que sería bueno es que se pusieran las condiciones de aprobación de un fármaco a priori. Y eso tendría también un impacto en la investigación. Porque se siguen haciendo ensayos clínicos de 1.000 pacientes para un beneficio de dos meses. Y eso no tiene ningún sentido.
En Holanda hay muchos fármacos que no se financian. Y no hay alarma social ni crispación. Porque allí todos son muy corresponsables a la hora de discutir cómo mantener el sistema público sin ninguna utilización política. Ningún partido político debería utilizar estos temas.
—¿Algún otro reto inminente?
—Un tema urgente es, efectivamente, garantizar el acceso de toda la población a los fármacos oncológicos, aunque no solo los más innovadores, sino también los más básicos, que en algunos países aún no están garantizados. Se debe luchar contra el desabastecimiento de algunas medicinas contra el cáncer y eso pasa por cambios en la regulación. En cuanto a los fármacos innovadores, es necesario también establecer instrumentos que garanticen el acceso a esos medicamentos a todas las personas, vivan dónde vivan. Una forma de democratizar el acceso a estas terapias es, por ejemplo, fijar modelos de reembolso que se ba- sen en la realidad financiera de cada país.
—¿Significa eso que el precio de estos nuevos medicamentos se adapte a la realidad socioeconómica del país?
—No exactamente. El precio de los medicamentos es siempre el mismo. Lo que varía es lo que aportan las Administraciones. Eso sí debe ajustarse a la coyuntura financiera del país. En definitiva es un cambio de filosofía.
—¿Cómo lo resumiría?
—Se trata de pagar por el valor. O lo que es lo mismo sólo apostar por los fármacos que demuestran su eficacia. Esta máxima debería extrapolarse a todo el sistema sanitario. La sanidad pública debería cambiar el chip y empezar a pagar en función del valor, de los resultados. Financiar solo los fármacos que sean eficaces.
—¿A qué se refiere?
—Quiero decir que no es justo que a las farmacéuticas les digamos: « Oye, solo te vamos a pagar por los medicamentos que prueben su eficiencia » , pero, en cambio, en el sistema público no se aplique la máxima y se sigan realizando pagos fijos por acto médico.
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