El color, como prácticamente cualquier otro estímulo perceptible, actúa sobre una zona particular de nuestro cerebro. Por lo tanto, si atendemos esa fórmula milenaria de acción y reacción, podríamos descifrar patrones bastante claros entre qué estímulos detonan qué reacciones. Y más o menos así es que, suponemos, se logró determinar la psicología de los colores.
Este hallazgo, como muchos otros atisbos de la mente, ha sido históricamente aprovechado por las marcas, en particular por su maquinaria de convencimiento, coloquialmente llamada marketing o mercadotecnia, para alentar la compra de sus productos o servicios, e incluso para inducir necesidades ficticias en la mente de los consumidores (como se ha optado por llamar a los seres humanos en esos contextos).
A continuación te compartimos un sencillo infográfico que relaciona los colores con las emociones a las que apelan de manera predominante, y algunas de las grandes marcas que han adoptado dicho color en su principal embajador visual, su logo. Después de consultar esta pieza te invitamos a reflexionar unos momentos en qué sentimientos, o emociones, te produce el observar algunos de estos logos. Luego recuerda que hay esfuerzos quirúrgicos detrás de sus diseños para provocarte esa mismas sensaciones.
Finalmente te recordamos que todo indica que son poco genuinas y, por lo tanto, en el fondo lo más probable es que no quieras ese producto determinado y, mucho menos, lo necesites. (Ver)
Relación:
- Amarillo - Optimismo, claridad, calor.
- Naranja: Amigable, alegre y confiado.
- Rojo - Excitación, juvenil.
- Violeta - Creativo, imaginativo, sabio.
- Azul – Confianza, dependencia, fuerza.
- Verde - Paz, crecimiento, salud.
- Blanco - Equilibrio, calma, neutralidad.
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