Pfizer claudica. La farmacéutica estadounidense anunció ante de la apertura de Wall Street que renuncia a la compra de la irlandesa Allergan, una operación valorada en 160.000 millones de dólares (unos 140.000 millones de euros) y con la que iba a crear la mayor compañía de salud del mundo por delante de Johnson & Johnson. El desenlace se hizo inevitable tras las nuevas medidas anunciadas por la Administración de Barack Obama para limitar las tácticas que incentivan la deslocalización de empresas para reducir el pago de impuestos, lo que la hizo inviable.
La fusión estaba diseñada para que la mayor farmacéutica de EE UU estableciera su sede fiscal en Irlanda, donde el impuesto de sociedades es el 12,5%. Pfizer utilizó como argumento que el ahorro que obtendría mediante los impuestos los dedicaría a invertir en la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos. Además, Ian Read, su consejero delegado, defendió que la operación era necesaria para acabar con una desventaja competitiva frente a sus rivales internacionales, que pagan significativamente menos impuestos.(...)
Pfizer deberá pagar a Allergan 400 millones de dólares como compensación por la ruptura del acuerdo de fusión, pese a que la decisión de abandonar la integración fuera de mutuo acuerdo. Las acciones de Allergan cayeron este martes en la Bolsa de Nueva York un 15%, anticipando que la fusión fracasaría. Las acciones de Pfizer, en cambio, subieron un 2,1%. No obstante, este miércoles están subiendo ambas empresas en torno al 3%.(Más)
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