Eu vou ligar prum oito zero
Vou entregar teu nome
E explicar meu endereço
Aqui você não entra mais
Eu digo que não te conheço
E jogo água fervendo
Se você se aventurar
Eu solto o cachorro
E, apontando pra você
Eu grito: péguix guix guix guix
Eu quero ver
Você pular, você correr
Na frente dos vizinhos
“Te vas a arrepentir de levantarme la mano” canta Elza Soares en Maria da Vila Matilde, samba contra la violencia que sufren tantas mujeres. Con unos ochenta años no confesados, y problemas de columna, la carioca ha publicado un disco que hubiera firmado feliz cualquier joven cantante: A mulher do fim do mundo. Once canciones inéditas a las que ella ha puesto su voz ronca y algo rota. En la grabación, producida por el baterista Guilherme Kastrup y con dirección artística de Celso Sim y Romulo Fróes, Elza está acompañada por músicos de la escena independiente de São Paulo como los guitarristas Kiko Dinucci y Rodrigo Campos o el propio Fróes. El resultado: samba noise, cavaco en rock and roll distorsionado, con los metales del grupo Bixiga para la sexualmente explícita Para fuder o en Benedita, visión a través de un travesti de todo un submundo de crack y violencia.(...)
Elza Soares nació en una favela de Río de Janeiro. Y con 13 años ya era madre. Necesitaba dinero para poder alimentar a su hijo y se inscribió en unos de los populares concursos de aspirantes a artista que organizaba la entonces poderosa Radio Tupi. Apareció por los estudios de la emisora en Río de Janeiro, mal peinada y peor vestida, provocando las risas del público. El programa lo presentaba Ary Barroso –el creador de la célebre Aquarela do Brasil simultaneaba sus grandes composiciones con trabajos como locutor deportivo y animador radiofónico-. Barroso no tuvo mejor idea que preguntarle a aquella chiquilla escuálida –pesaba 38 kilos- de qué planeta venía. “Del planeta hambre”, contestó
Elza. (Más)
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