Su vida mejora si pone el despertador una hora más tarde
“La vida es sueño”, dijo Calderón de la Barca.
“El sueño es vida”, afirman los médicos. Dormir bien o mal influye en nuestra salud. Aparentemente, pocas cosas hay más fáciles que dejarnos caer en los brazos de Morfeo —estamos programados para ello— y, sin embargo, todos, en alguna fase de nuestras vidas, podemos padecer trastornos del sueño. A veces son evidentes (por ejemplo, no pegar ojo durante toda la noche); otras, no tanto: basta con despertarnos dos o tres veces en alguna fase REM para no consumar el descanso. Lo que denominamos sueño es la suma de diferentes fases, de entre 90 y 120 minutos, que se repiten a lo largo de la noche, y que, en conjunto, duran siete u ocho horas en adultos, como definen desde la Sociedad Española del Sueño (SES). Cuando no completamos esas fases de forma adecuada aparecen las malas sensaciones.
Propósito de la semana: poner el despertador, cada día, una hora más tarde. Así evitará estos desagradables efectos secundarios de no dormir suficiente.
1. Fomenta la torpeza y la desmemoria
2. Agria el carácter
3. Engorda
4. Afea nuestra piel
5. Contribuye al párkinson
6. Altera el sistema cardiovascular
Más
No hay comentarios:
Publicar un comentario