“Estamos viendo un dramático incremento
en la dependencia en medicamentos
para resolver todos nuestros problemas”
“Hay una fuerte tendencia
en buscar enfermedades
antes de que ocurran,
y las empezamos a tratar
‘sólo por si acaso’”.
Clare Gerada,
Chair of the Council of
the
Royal College of General Practitioners
La revista New Scientist le dedica un número completo a este problema que es urgente ya en países como Estados Unidos y que merece que consideremos seriamente una reforma o un cambio de paradigma sustancial en la salud pública y su relación con la industria farmacéutica. Un sondeo reciente en Inglaterra mostró que el 50 de las mujeres había tomado un medicamento de prescripción la semana pasada y el 25% había tomado tres. “Estamos viendo un dramático incremento en la dependencia en medicamentos para resolver todos nuestros problemas”, dice Clare Gerada, directora de Médicos Generales del Royal College de Inglaterra. “Hay una fuerte tendencia en buscar enfermedades antes de que ocurran, y las empezamos a tratar ‘sólo por si acaso’”. Las consecuencias de tomar medicinas para males que todavía no se presentan y anegar cualquier enfermedad a su primer asomo, hace, según Gerada, que no sea inusual que muchas personas tomen hasta 15 medicamentos al día. “Me sorprende lo poco que las personas se quejan del número de medicamentos a los que están sometidos. Hasta hace una década, las personas llegaban y cuestionaban si en realidad las necesitaban en un principio”. Una pregunta que quizás deberíamos de hacernos frecuentemente, ¿realmente necesitas tomarte esa pastilla? ¿realmente hace mejor tu vida? Es posible que sólo la haga más fácil por el momento, pero no por mucho tiempo. Por otro lado, aunque parezca difícil, la mayoría de las personas descubre que está mejor cuando deja de tomar medicamentos y además recobra su estado de ánimo y su autoconfianza al notar que es capaz de curarse sin agentes externos.
Klim McPherson, una epidemióloga de la Universidad de Oxford, analiza al sistema médico global y señala que los doctores se concentran tanto en los beneficios clínicos de los medicamentos que descuidan los diferentes efectos que pueden tener en los pacientes. “Es un brazo benigno del paternalismo. No piensan sobre lo que significa tomar un medicamento por el resto de tu vida”. Y es que tomar un medicamento, suele incrementar la probabilidad de que luego tengas que tomar otro. McPherson parece detectar también el aspecto un tanto deshumanizado de la medicina moderna, en la que los médicos se convierten solamente en especialistas técnicos que tratan enfermedades y no enfermos, tratan órganos y pedazos del cuerpo y no seres humanos integrales y se remiten solamente a sus aparatos, a sus fármacos y a sus protocolos y no se involucran con los pacientes ni buscan métodos alternativos e incluso imaginativos para tratar enfermedades.
La edición especial de New Scientist dedicada a la sobremedicación y los efectos secundarios de los medicamentos que consumimos, detecta inquietantes efectos secundarios del consumo de los suplementos de testosterona que toman más de 2.3 millones de hombres en Estados Unidos (y millones más en suplementos para aumentar la libido, que no son reportados).
Ver:
Todo sobre testosterona en PHARMACOSERÍAS.
El uso excesivo de la píldora anticonceptiva también es alarmante ya que se han encontrado diversos efectos colaterales, incluyendo daño cerebral. No menor es la preocupación que genera la enorme popularidad de las estatinas usadas para bajar el colesterol, medicamentos que han sido ligados a numerosos efectos secundarios, incluyendo riesgo de diabetes. Otros ejemplos notables de serios efectos secundarios y farmacodependencias pueden ser observados en el consumo de antiácidos, laxantes (los cuales incluso pueden producir daños neuronales) y analgésicos; el abuso de antibióticos podría ser el problema más serio de salud en las siguientes décadas.
Incluso la siempre pensada inocua aspirina, que toman 40 millones de personas todos los días en Estados Unidos, parece tener ciertos riesgos para la salud (si bien también tiene varios beneficios).
Ver anterior:
Vivir en un mundo de medicinas que nos enferman (I) / Alejandro Martinez Gallardo
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