OCU ha realizado un estudio entre más de 2.300 españoles de entre 25 y 74 años y ha comprobado que se están consumiendo fármacos para reducir el colesterol de manera indiscriminada.
Los datos se han completado con estudios paralelos en Bélgica, Italia, Portugal y Brasil. Los datos de la encuesta de OCU muestran que un 27% de los españoles entre 25 y 74 años reconoce tener problemas con el colesterol (cifra menor a la de países de nuesto entorno como Portugal o Italia). Ante esta situación, convendría no crear alarma y conceder a este hecho el valor relativo que tiene a la hora de determinar el riesgo cardiovascular de cada persona.
El mensaje de que el colesterol es malo y que hay que mantenerlo a raya ha calado entre los españoles. Tomar estatinas se ha convertido así en algo corriente, hasta el punto de que ésta es la opción para el 67% de las personas que intentan reducir los niveles de colesterol. Muchas personas desconocen que el hecho de tener unos niveles altos de colesterol no es razón suficiente para medicarse. El perfil que éste tenga la combinación con otros factores de riesgo cardiovascular sí son determinantes para valorar la necesidad de uno u otro tratamiento.
OCU reitera que tener el colesterol alto no es en sí mismo una enfermedad, sino sólo uno de los muchos factores que podrían contribuir al desencadenamiento de problemas 3
.cardiovasculares. Y ni tan siquiera el más decisivo. Es más, por sí solo y cuando no va acompañado de otras circunstancias, como ser fumador, el sedentarismo, la diabetes, el sobrepeso o una edad avanzada, apenas eleva el riesgo de sufrir un accidente o desarrollar una enfermedad cardiovascular.
Los datos de la encuesta llevada a cabo por OCU muestran que el 22% de los españoles consume o ha consumido estatinas u otros medicamentos para reducir el colesterol. Se ha medicalizado un problema que, en muchos casos, podría enfocarse de otro modo, sin tener que recurrir a compuestos que presentan abundantes efectos adversos y cuya utilidad es controvertida. Resulta llamativo, además, que de los que siguieron un tratamiento para bajar el colesterol, apenas un 2% optaron exclusivamente por adaptar su estilo de vida, practicar ejercicio físico o controlar su dieta, mientras que el 41% se limitó exclusivamente a medicarse.(...)
La evidencia científica es que se ha sobredimensionado el impacto del colesterol. Esto no quiere decir que debamos despreocuparnos o que la medicación no sea adecuada para personas con un cuadro de alto riesgo y niveles disparados. Pero nada justifica un crecimiento del consumo de estatinas entre 2000 y 2012 de un 442% (según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios), excepto una campaña mercantil muy hábilmente orquestada.
No siempre medicarse es lo mejor. Por eso OCU promueve la campaña #PastillasLasJustas desde su cuenta de Twitter (@consumidores) y a través de su web pastillaslasjustas.org
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Slides: F.Comas / "Medicalización de la vida cotidiana"
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