Brasil es el tercer mercado farmacéutico más grande en la región de las Américas (y el mayor mercado latinoamericano), con un valor en 2011 de 34.8 mil millones de dólares. Espicom prevé un CAGR entre 2011-2016 de un 5.4 por ciento en dólares, y el mercado debería alcanzar los 45.3 mil millones de dólares en 201650.
El gasto en salud pública en Brasil aumentó hasta un 47 por ciento del gasto del país en 2011 y se espera que crezca a un 7.4 por ciento entre 2011-201651 tras la implementación del programa Mais Saúde 2008-2011. Entre los objetivos de este programa para promover la industria nacional de salud están el priorizar la compra de productos nacionales y reducir las importaciones, fomentar la producción local y aumentar las inversiones en I & D.
Los crecientes ingresos disponibles están fortaleciendo la
demanda de productos y servicios farmacéuticos. Además, las favorables
perspectivas de crecimiento del empleo están impulsando la participación en los
planes sanitarios de grupos privados. Aunque el mercado privado de la salud es
considerable en Brasil, detrás sólo del de Estados Unidos en tamaño, aun así
representa sólo a un 25 por ciento de la población, lo que deja a un 75 por
ciento que participan en el sistema de salud pública. Los factores adicionales
que contribuyen a un mercado favorable para las empresas de ciencias de la vida
incluyen el aumento en el envejecimiento de la población de Brasil, incentivos del
gobierno y una elevada incidencia de enfermedades crónicas y cáncer.
Además de la inversión pública (extranjera y doméstica) en el
sector de ciencias de la vida brasileño, el gobierno ha estado proporcionando
un apoyo considerable. En abril de 2012, anunció que para promover el
desarrollo de la industria farmacéutica local, los medicamentos fabricados domésticamente
serán adquiridos con un recargo de un 25 por ciento (comparado con las
medicinas importadas) a través del sistema de salud pública, conocido como sistema
de salud unificada. Existen 78 medicamentos y 44 productos biofarmacéuticos en
la lista. Además, diversos márgenes serán aplicados para los diferentes medicamentos:
medicamentos elaborados importados (ocho por ciento), medicamentos producidos
localmente (20 por ciento) y productos biofarmacéuticos (25 por ciento). El
gobierno federal y los gobiernos estatales invertirán 550 millones cada uno
para cubrir las diferencias en márgenes y apoyar el programa de fabricación doméstica.
Sin embargo, las condiciones del mercado en
Brasil no son enteramente favorables. Los desafíos en cuanto a controles sobre
precios y propiedad intelectual (IP) podrían afectar a la innovación. Para
mejorar la asequibilidad de la atención médica, el gobierno brasileño ha estado
ignorando las patentes de medicamentos de marca en favor de versiones genéricas
más baratas. Asimismo, los procesos regulatorios de la nación son excesivamente
largos. Por último, la elevada carga fiscal sobre los productos farmacéuticos sigue
limitando la asequibilidad de medicamentos. Los fármacos son gravados a un 35
por ciento en promedio, con la mayor parte del impuesto (alrededor de un 23 por
ciento) pagado por los fabricantes de medicamentos. En comparación, la tasa
global promedio de impuestos en medicamentos es de un seis por ciento.
Deloitte
Perspectivas globales sobre ciencias de la vida 2013
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