Ayer jueves muere en México Paco Ignacio Taibo (19/6/1924, Gijón, Asturias – 13/11/2008, México, D.F.).
En 1987 me trasladan a México. Al llegar cumplo la obligada peregrinación no al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe sino a la calle Culiacán, su casa en el DF, donde todo asturiano que se precie... y yo soy asturiano (de precio y costo...) debía acudir.
El preparaba algo sobre el Indio Fernandez (El cine por mis pistolas). Yo había leido bastante sobre el tema, le ofrecí y envié material. Me lo agradece en la introducción del libro como tambien lo hace a esa mujer divina que es Mónica Randall. (Una vez la entrevistamos, junto con José A. Olivar, hoy sub director de HOLA)
Me entero tambien allá que años atrás, como corresponsal, tuvo un gravísimo accidente siguiendo la vuelta ciclista a Asturias y fué "rescatado" de la muerte por Bernardo Comas (mi tio médico), en Cangas de Onís.
En recuerdo y homenaje a un hombre que lo merece, entraña de otro asturiano de raza como es Angel Gonzalez (una de las razones de ser de PHARMACOSERÍAS como digo al principio...en la cabecera del Blog), busco en mi biblioteca un viejo ejemplar de :
Breviario de la fabada (Afirmación apasionada de un manjar)
editado en México en 1988.
Del breviario:
XXXIII REMEDIOS
Un profesor de la Universidad de La Jolla, en California, comió una fabada en Oviedo y llegó preocupado a su lugar de origen.
- La comí en un restaurante de carretera, donde comian los camioneros y gente del pueblo. Me pareció sabrosa, pero hubo algo que me dejó muy inquieto, muy inquieto.
Me miraba indeciso entre narrar una verdad que pudiera ofenderme o guardar un silencio arrepentido.
- ¿Qué fué lo que le desazonó a usted?
- Me desazonó el hecho de que todos los que comieron cerca de mí la fabada comenzaron al poco rato a ofrecer un aspecto extraño.
Volvia a dudar el profesor.
-¿Qué tipo de aspecto extraño?
- Verá usted; una extraña circunferencia blanquecina les rodeaba la boca, como una espuma o un halo seco y polvoriento. Cosa muy rara.
El profesor pasó su inquietud a mi cerebro y se despidió para acudir a su clase.
Estábamos tomando café, era mediodía californiano, muy claro, muy alegre.
Yo no podía comprender cómo a un grupo de comedores de fabada la boca se les hubiera hecho talco.
Tardé más de un año en encontrar la respuesta; no fué una labor de detective, sino el observar a otro aldeano, de Grado, que salía del comedor del restaurante, iba al retrete, se ponía en el cuenco de la mano una amplia ración de bicarbonato que se llevaba rápido a la boca. Después bebía un trago de agua del grifo y se golpeaba, muy feliz, la barriga.
El aldeano volvió al restaurante con ese curioso cerco blanco alrededor de los labios.
Lo que el profesor de La Jolla creyó que era un caso de envenenamiento, solo era un remedio popular.
Publicó también otro enjundioso breviario, éste sobre el mole poblano, consecuente a esa personalidad "bipolar" (Asturias/México) que encerraba.
Se nos va un pequeño "gran hombre"
Honor...
1 comentario:
Por si quieres felicitar a la "mujer divina" mañana 18/11 es su cumpleaños. Tiene alguno más que tú pero sigue en forma.
Como buena catalana : quien tuvo retuvo.
Saluditos de otra catalana que sigue tus comentarios.
Maruchi Cuadrada
Mataró (Barcelona)
Publicar un comentario