

Tanto en EE.UU. como en Inglaterra, hace unos cinco años que se entrenan como potenciales salvadores, luego que se descubriera que su hipersensible hocico puede detectar pequeños cambios que ocurren cuando una persona está a punto de tener un ataque hipoglicémico. De hecho, un estudio realizado en 2009 por la U. Queen, de Belfast, reveló que el 65% de 212 personas diabéticas y dependientes de la insulina manifestaron que cuando habían tenido un episodio hipoglicémico, sus mascotas reaccionaron gimoteando, ladrando, pateando o haciendo algo parecido.
Ahora Suki, criada y entrenada en Chile, busca ser la primera de muchos canes entrenados que ayuden a los diabéticos de nuestro país y la región, especialmente a los menores de edad. (Más)
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