Poner orden y control en la publicidad de productos milagro sigue como un tema pendiente y sabemos que en estos días será retomado por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a cargo de Mikel Arriola. Está por convocar a sesión al Consejo Regulatorio de la Publicidad, lo cual podría ser a fines de noviembre.
Algo que, seguramente, generará álgidas discusiones en esas sesiones será la participación de las televisoras y la definición de su papel dentro de esos incuantificables comerciales sobre cremas, suplementos, aparatos, pseudomedicamentos e infinidad de productos con atributos cuasimilagrosos que se siguen transmitiendo sin límite en los diferentes canales de televisión en México, generando rentas por cientos de millones de dólares, en detrimento de la salud y el bolsillo del consumidor.
Las televisoras han rechazado asumir cualquier responsabilidad del contenido de la publicidad de sus anunciantes, pero en lo que sí pueden apoyar -coinciden varios sectores industriales- es en lograr una adecuada verificación y monitoreo, para lo cual la Cofepris claramente no tiene personal ni recursos suficientes. A la autoridad le es simplemente imposible verificar todos y cada uno de los anuncios de los canales de TV del país. Pero las empresas de TV sí podrían verificar sus propios anuncios y ante un sistema de alertas, reportarlo a la Cofepris con un claro camino a seguir.
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Le quedan unas cuantas semanas de vida a los anuncios que vemos todos los días atribuyéndole infinidad de beneficios para la salud a productos que no han demostrado eficacia. Será por ahí del 18 de febrero que entrará en vigor la nueva ley general de salud en materia de publicidad y su respectivo reglamento. Se espera que sea el banderazo para el control, ahora sí, de esos llamados productos milagro.
Lo importante es que en el cumplimiento de estas reglas participará no sólo la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sino abiertamente cada una de las televisoras, radiodifusoras y todos los medios de comunicación del país, porque antes de aceptar un anuncio de producto para la salud deberán exigir copia certificada de la autorización sanitaria respectiva.
El gran cambio está en que ahora la Cofepris ya tiene dientes. En cuanto detecte violación al reglamento, podrá imponer multa tanto al medio como a la empresa anunciante, y el lapso para bajar el anuncio en cuestión será de 24 horas.
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En paralelo, será reforzada la acción de vigilancia sanitaria que ha llevado a confiscar más de 70,000 productos milagro en cuatro meses y a suspender más de 800 anuncios engañosos.
Lo publica Maribel Coronel en EL ECONOMISTA.mx
2 comentarios:
Gracias, Fernando, por tu comentario en Dempeus. Como te he escrito allí, hora hablamos poco, pero seguimos en la misma pelea. Un abrazo fuerte, fuerte!
Gracias Angels...Amics per sempre.
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