El 83% de los doctores estadounidenses recibe regalos de los laboratorios
Las farmacéuticas no son el enemigo, pero no cabe duda de que tienen intereses comerciales y lucrativos que chocan con la importancia de poner el beneficio del paciente por encima de todo, tal y como prometen los médicos en el juramento hipocrático. A pesar de este conflicto de intereses, muchos doctores siguen manteniendo lazos con la industria tal y como refleja un nuevo estudio.
Las relaciones entre la industria farmacéutica y los médicos, en forma de regalos, invitaciones a congresos o pagos por dar charlas o hacer revisiones, son un tema controvertido y un fenómeno que puede comprometer el buen desempeño de la profesión médica. Por eso, desde hace años, países como EEUU se preocupan por limitar y hacer lo más transparentes posible estos vínculos.
Los esfuerzos se han realizado a nivel privado -nuevos códigos éticos de los colegios médicos, normas específicas impuestas por hospitales y compañías de salud a sus trabajadores- y en el país, sobre todo con el Physician Payment Sunshine Act, una ley que estipula la creación de un sistema nacional para revelar las relaciones industria-médicos. Sin embargo, a pesar de estas medidas, una amplia mayoría de los colegiados estadounidenses recibe dinero de las farmacéuticas.
Eric Campbell, del Hospital General de Massachusetts, y sus colegas publican en el último número de la revista 'Archives of Internal Medicine' un análisis de la situación del país americano. Los resultados se basan en una encuesta realizada a 3.500 especialistas en referencia a sus actividades durante 2009, un cuestionario similar al que hicieron los autores en el año 2004.
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