domingo, 17 de octubre de 2010

El romance como analgésico

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Un estudio demostró que ver la foto de la persona amada puede hacer que disminuya la percepción de estímulos dolorosos




WASHINGTON AP

Enamorarse puede actuar como un analgésico potente, de acuerdo con un estudio reciente. Los científicos se preguntan si una mejor comprensión de la relación entre el amor y el dolor podría ayudar de alguna manera a buscar soluciones para el dolor crónico.

"Tal vez recetar un poco de pasión en la relación de alguien puede ayudar al dolor crónico", dijo el coautor del estudio, Sean Mackey, de la Universidad de Stanford.

La historia comenzó con Arthur Aron, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, quien ha estudiado la neurología del amor. Su obra ha vinculado esa fase de euforia de un romance fresco con las regiones cerebrales ricas en dopamina. Esa sustancia es la clave para lo que se llama vía de recompensa del cerebro, el mecanismo de sensación de bienestar que promueve ciertos comportamientos.

"Cuando la gente está enamorada, en muchos aspectos no es diferente de los que reciben anfetaminas o estimulantes: están muy entusiasmados, hay pérdida de apetito, pérdida de sueño, están activos y llenos de energía", señaló Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas.

Especialistas en dolor han descubierto que si alguien que vive un intenso romance mira una foto de su objeto de amor mientras es golpeado o pinchado, siente menos dolor.

Un total de 15 personas se sometieron a una serie de pruebas para demostrarlo. Miraron ya sea una imagen de su nuevo amor o bien se les asignaban tareas de distracción.

Los investigadores los tocaron con una vara caliente para provocarles un dolor moderado, mientras escaneaban sus cerebros.

Ver la imagen de su ser querido y recibir la distracción produjeron el mismo alivio, pero la distracción funcionó a través de vías cognitivas, mientras que la alternativa romántica provocó un salto en el circuito mental de la recompensa, informó la revista PLoS One .Eso significa que el cerebro puede generar respuestas para controlar el dolor sin medicamentos, dijo Volkow. "Si lo entendiéramos mejor, podríamos detonarlas’", agregó.

3 comentarios:

Manuel Comesaña dijo...

No lo veo claro. El sentimiento amoroso no siempre va ligado a la felicidad. Con frecuencia es conflictivo y generador de disturbios diversos. Es cierto que este malestar anímico puede distraer de un dolor de rodilla, por ejemplo pero no parece una buena solución.
Saludos.

pharmacoserias dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pharmacoserias dijo...

Gracias Manuel por entrar y...comentar.

Yo, como tú, tampoco lo veo claro. Creo hay soluciones terapéuticas mejores. Tan solo informaba, coincidiendo con el Día Mundial Contra el Dolor, lo publicado en estas mismas fechas en PLoS One.
Hace ya bastantes años uno de los pineros, junto con Caycedo, de la sofrología en España (tio mio por cierto) el Dr. Luis de la Macorra, trató de convencerme de las posibilidades analgésicas de "sofronizar" a los pacientes antes de intervenciones cruentas y dolorosas sin necesidad de anestesia. Al día de hoy sigo tan escéptico como quedé aquel día y como desde hoy lo seré con eso de la observación cándida y arrobadora de la foto de la amada...