viernes, 28 de enero de 2011

Ratón de biblioteca: Petite histoire du preservatif










Biblioteca vaticana

« Une cuirasse contre le plaisir, une toile d’araignée contre le danger », aurait affirmé Mme de Staël. Depuis toujours, le préservatif échauffe les esprits, au point de faire ressurgir sans cesse débats et controverses, jusqu’à ce 17 mars 2009, dans l’avion qui emporte Benoît XVI vers Yaoundé : en plein vol, le pape stigmatise l’objet, affirmant qu’il « augmente le problème » du sida.

Tollé planétaire. Bien que le préservatif préserve évidemment de la maladie comme de la grossesse non désirée, pendant trop longtemps scientifiques, politiques et religieux l’ont combattu.

L’objet n’était pourtant pas bien méchant. Fabriqué laborieusement à partir d’intestins d’animaux et réservé aux libertins, il se popularisera grâce au caoutchouc : de la gaine malcommode utilisée par quelques prostituées et leurs clients, il devient en moins d’un siècle une « seconde peau » destinée à tous. Autrefois dissimulé dans de petits bouquets de violettes, des boîtes de chocolats, ou envoyé discrètement « sous pli », on le trouve désormais en distributeur dans les lieux publics. Hélas, s’il est un auxiliaire précieux pour combattre la maladie, il reste trop onéreux pour une majorité de gens.

Cette Histoire du préservatif n’est pas linéaire. Elle avance au gré de l’évolution des mentalités, des découvertes scientifiques et des techniques nouvelles. Fil conducteur ténu, l’aventure en pointillé de cette petite pièce de latex se mêle à celle de ses utilisateurs, de ses détracteurs et de ses fabricants, de l’échoppe du tripier d’autrefois à la multinationale du XXIe siècle. (Ver)


"...cuenta el devenir del imprescindible profiláctico desde sus orígenes romanos (fabricado con el coecum, el ciego intestinal del carnero) hasta que, tras ser considerado por Gobiernos y organizaciones humanitarias el remedio más eficaz contra la difusión del sida, Benedicto XVI echó sobre el adminículo sexual su influyente jarro de agua fría, afirmando (¡en su primer viaje a África, donde los afectados se cuentan por millones!) que su utilización podía agravar el problema. Quizás Plaza y Janés podía globalizar la promoción y fletar un avión que bombardeara con condones -intactos, por favor- el África subsahariana. Así darían salida (neocolonialista) a los sobrantes."

Manuel Rodriguez Rivero/
Babelia/EL PAIS 04.09.2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que ignorancia al criticar la actitud de la Iglesia, cuanta razón tiene el Papa, el problema del sida en África y otros países es el condón, ya que fomenta la promiscuidad, lo que se tenia que hacer es formar a las personas en sexualidad y moralidad, así disminuirían estas enfermedades, no dando condones para que dolmen como animales.
Un saludo cordial

pharmacoserias dijo...

Es ese mismo señor el que en el libro «Luz del mundo» justifica el uso del preservativo en «algunos casos»

Benedicto XVI ha afrontado con valentía una de las cuestiones más peliagudas para la Iglesia: la sexualidad y el uso del preservativo. «En ciertos casos puede estar justificado, como cuando una prostituta utiliza un profiláctico, ya que puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia de que no todo está permitido ni se puede hacer todo lo que se quiere».

http://www.larazon.es/noticia/7942-benedicto-xvi-primer-papa-en-admitir-el-preservativo-en-algunos-casos

Aggiornamento?, "inevitabilidad"?

Coherencia es lo que hace falta.

NOTA: Acepto este comentario como excepción. No censuro. Tan solo pido respetar las Normas Editoriales. No se publican anonimos. Para la próxima..."de frente y dando la cara..."

Sin acritud...Gracias.