Transfinitud
Lo transfinito correlaciona tensionalmente las dos dimensiones contradictorias, finitud e infinitud. Envuelto por esa tensión, el ser humano crea transfinitadores que le posibilitan transgredir la finitud presente y le permiten transcenderse para una indefinida infinitud. Pero también experimenta refrenadores que le anclan en su finitud y pretenden frenar sus posibilidades de ser.
García Bacca (ver) menciona como ejemplos de refrenadores la gran mayoría de dogmas e instituciones religiosas o sistemas sociales autoritarios que pretenden frenar la creación humana, sintiéndose amenazados por la novedad, paganizante, de la innovación social. Dentro de ese antros de autoritarismo también florecen transfinitadores que posibilitan deconstruir su cerca sofocante, es el caso del Cantar de los Cantares en el A.T. o los Hermanos Karamazov, El Doctor Zivago, en la Rusia zarista, etc., transfinitadores que estimularon la deconstrucción de un sistema férreo de refrenadores ideológicos, políticos e institucionales.
No obstante, transfinitadores y refrenadores están inexorablemente correlacionados y ambos realizan funciones esenciales para la creación humana. Si sólo existiesen transfinitadores, las creaciones humanas explotarían como pirotecnia brillante de una noche efímera. Los refrenadores ejercen, también, la función de valorar y consolidar elementos específicos de una acción creativa. Por medio de los refrenadores se consigue dar una mayor durabilidad histórica y aceptación social a las creaciones transfinitadoras. Si la Oratio de hominis dignitate, de G. Picco de la Mirandola fue un gran transfinitador en su época, hoy puede ser releída como un refrenador que está incorporado, en gran medida, en el pensamiento oficial de las actuales sociedades liberales.
Ver:
Castor Bartolomé, Profesor de Antropología Filosófica/ Universidad UNISINOS (Brasil)
Más "palabras" en PharmacoseríasImagen:City of words/Vito Acconci
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