domingo, 23 de enero de 2011

TUNEZ: Primera revolución online de la era moderna...

Algunos la consideran "primera revolución online de la era moderna", para otros es
"la revolución de Facebook". Los hay que situan la "ciberwar" en el contexto de "la primera revolución cibernética"...
Lo cierto es que las redes sociales/social media jugaron un papel determinante en las movilizaciones ocurridas que culminan con la caida del autocrático gobierno de Ben Ali (Tunez).
Tres notas de prensa dan cuenta de ello:

Escribe Rosa Meneses... (1):

«Es la revolución de Facebook», afirma Tarek Chabuni, miembro de la Ejecutiva del Partido Tajdid (Renovación, en árabe).

«La revolución se inició lejos de la capital, en el interior», cuenta, «y ha sido gracias a Facebook que el movimiento ha ganado apoyos sociales».

Túnez es uno de los países con mayor número de usuarios de Facebook del mundo. «Esa facilidad para poner en comunicación distintas regiones del país que ha brindado la red social ha tenido un papel decisivo», señala Chabuni. Así, Facebook, Twitter y la blogosfera tunecina -la mayoría desde fuera del país- han hecho fácil para los tunecinos estar al corriente de las detenciones, la represión o los altos niveles de corrupción de la familia Ben Ali. Además, las revelaciones de la web de filtraciones Wikileaks en las últimas semanas han jugado un papel importante.

Una vez más, el potencial de internet ha reemplazado a los canales políticos oficiales, vedados para la población tunecina. Túnez es uno de los regímenes más represivos contra la libertad de expresión, según el Comité de Protección de los Periodistas. Sin embargo, como ya ocurriera con Irán en 2009, Facebook y YouTube se han convertido en el bastión virtual de una ola de protestas que se inició con la trágica muerte de Mohamed Bouazizi, un joven que se quemó a lo bonzo para protestar contra la arbitrariedad de las autoridades. Sus hermanas, Samia y Laila, muy activas en la red social, son dos de las 1.000 caras de la oposición al régimen tunecino.


Coincide Ana Romero...(2):

«MY GOD! MY GOD! It's happening [¡Dios mío! ¡Dios mío! Está ocurriendo]». El emiratí Sultan Al Qassemi, uno de los principales comentaristas árabes, expresó así por Twitter su emoción al ver culminar por Facebook la primera revolución del mundo árabe que acaba con éxito (de momento). Aquí en EEUU, donde asisto a un seminario de política exterior, se hace mucho hincapié en que lo ocurrido en Túnez es también la primera revolución online de la era moderna.

Muchos manifestantes tunecinos, es cierto, se movilizaron a través de Facebook, donde sustituyeron sus fotos personales por imágenes de la bandera tunecina empapada en sangre. También es verdad que poco antes de la inmolación del joven Mohamed Bouazizi los tunecinos pudieron leer en internet el famoso cable del embajador estadounidense Robert Godec titulado «Corrupción en Túnez: Lo que es tuyo es mío». Cortesía de Wikileaks,..."


Manuel Herrero Montoto, médico y escritor, va más allá y enfatiza el protagonismo de Wikileaks...(3):

"La cosa no va de coña. La ciberwar, mal que nos pese, ya ha dado su pistoletazo de salida. Con ella, a este planeta no lo va a reconocer de aquí a unos años ni la madre que lo parió. Su primera batalla, comandada por el ciberevolucionario Julian Assange, fue librada en los campos internáuticos de su Wikileaks, en la que vertió sobre la opinión pública toda la porquería que los grandes escondían bajo la alfombra y puso a los gobiernos bajo sospecha de estar enmierdados hasta el cogote. Sabemos ahora con quién nos jugamos los cuartos. Sus aplicaciones prácticas ya están en funcionamiento.

A Mohamed Bouazizi, de 26 años, licenciado en Informática y en paro desde que terminó la carrera, la Policía tunecina no le dejó vender en la calle frutas y hortalizas. No tenía el permiso oportuno ni había hecho efectivas las tasas correspondientes. Bouazizi estaba fuera de la ley porque quería proporcionar ingresos a su familia, así se explicó ante la Policía, les informó que la ley es fuerte pero la necesidad lo es más. No lo entendieron y ajenos a las circunstancias del licenciado le derribaron el carrito e hicieron puré con su mercancía sobre la acera para nutrir a los lagartos. La desesperación hizo mella y el bueno de Bouazizi se inmoló, se quemó a lo bonzo, ante la sede del Gobierno Civil.

El drama podría haber terminado en una protesta de ámbito local. Pero, amigo, de un lado la información que Wikileaks aportó sobre la corrupción de la familia presidencial tunecina, y del otro, el acceso al Facebook y compañía, a pesar de que han de sortear controles y censuras, universalizaron la protesta y decenas de miles de tunecinos salieron a la calle. Balance: dos manifestantes muertos por heridas de bala y otro que se suicidó arrojándose contra unos cables de alta tensión. En la calle pueden ellos, en la red no. Así que los avezados internautas tunecinos se las arreglaron para hacer llegar un mensaje de socorro a Anonymous, grupo de hackers que apoyó a Assange, y en un quito dos y me llevo tres GB, bloquearon las webs de la presidencia del Gobierno y sus instituciones.

Para recochineo. Anonymous colgó un texto en las webs atacadas en las que ponía de chúpame domine al Gobierno y, lo importante, el resto del mundo se enteró de la situación de injusticia social en la que vive Túnez."


Algunos hay en el oficio de dudar si la "blogosfera sanitaria" tiene sentido...

Como en los mejores tiempos, dedico este "post" a un amigo que sí creyó, cree y seguirá creyendo en ella.

Hasta puso un huevo en un nido (el suyo) "El nido del gavilán" y todos los "güevos" en la "blogosfera sanitaria"...

(1) Rosa Meneses, EL MUNDO/La revuelta de Facebook/15.01.2011

(2) Ana Romero, EL MUNDO/El marido de la peluquera/16.01.2011

(3) Manuel Herrero Montoto, LA NUEVA ESPAÑA/Anonymous en Tunicia/La primera revolución cibernética/17.01.2011


2 comentarios:

Anónimo dijo...

No te cortas un pelo... Haces bien, desde luego.
Gracias por tus palabras, Fer. Ya voy teniendo ganas de que nos veamos, tenemos mucho de qué hablar.
Un abrazo

pharmacoserias dijo...

Gracias Enrique.
Cortarme...? para qué?

Digo lo que pienso, tal como lo pienso...

Hablaremos, seguro.

Mientras un fuerte abrazo