El pasado lunes Adolf Merckle (Dresde, 1934 - Blauberen, 2009) empresario alemán de 74 años decidió arrojarse a las vías del tren. Dos días después los 30 bancos acreedores con los que había negociado, le conceden el crédito.
Era tarde...
Ahora sus herederos deberán desprenderse de Ratiopharm una de las joyas de su imperio industrial.
Según el diario EL MUNDO:
"Merckle supo transformar en 40 años un pequeño fabricante de productos farmacéuticos de Suabia en uno de los negocios familiares más poderosos de Alemania: Ratiopharm. Hecho a si mismo, creia ante todo en él. Persistente y de ideas fijas, sus competidores se reian de él cuando en los años 60 dijo que quería copiar medicamentos, producir genéricos, para poder ofrecerlos baratos. Fué una de las ideas que se trajo de Estados Unidos, y que revolucionó el mercado farmacéutico alemán."
Los analistas creen que por Ratiopharm se podría ofrecer entre 3.500 y 5.000 millones de euros. El negocio operativo de la farmacéutica seguirá con normalidad durante el proceso de compra, que podría durar más de 15 meses. Entre los supuestos interesados por la líder de genéricos europea, se cita al grupo francés Sanofi-Aventis y al líder de genéricos, el israelí Teva. Ninguna de las dos sociedades quiso ayer hacer declaraciones al respecto.
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